La
iniciativa que ingresó una diputada K a la legislatura bonaerense genera fuerte
rechazo en el agro. “Una nueva tasa para la actividad ganadera por el simple
hecho de que el ganado respire”, cuestionó la Cámara de Feedlot.
l insólito proyecto de ley presentado por una
diputada bonaerense de Unión por la Patria, que propone crear una “Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires”
(TAMBA) y supone cobrar un monto por cada animal que tenga
cada establecimiento ganadero, genera por estas horas mucha polémica y críticas desde el agro.
Tras los fuertes
cuestionamientos de Confederaciones
Rurales Argentinas (CRA) y de la Confederación de Asociaciones Rurales de
Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), ahora fue el turno de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) que
manifestó su preocupación y dijo que rechaza
“enérgicamente” esta propuesta normativa.
“Dicha
tasa lejos de buscar cumplir con la normativa ambiental existente, pretende
crear un nuevo régimen recaudatorio en pos de financiar la gestión de residuos
sólidos urbanos”, se quejó la CAF.
Y
cuestionó, con un dejo de ironía, que se busca “establecer una nueva
tasa para la actividad ganadera por el simple hecho de que el ganado respire,
desconociendo el impacto que puede tener en una de las actividades productoras
de alimentos que más empleo genuino y arraigo genera en el interior
bonaerense”.
LOS
FEEDLOTS, CONTRA LA TASA AL METANO
A
raíz de estas consideraciones, la CAF agregó que ve de “suma gravedad el desconocimiento
real y la falta de sustento técnico de quienes impulsan este proyecto, sin
considerar conceptos como captura o balance, y que solo afectará al empleo y
agregado de valor”.
“No
podemos dejar pasar desapercibido este intento de sumar más presión
tributaria en una de las provincias que más castigan impositivamente a la
ganadería, pero que además nada tiene que ver con la finalidad con la
que se lo pretende disfrazar”, reforzaron los engordadores de hacienda.
Previamente,
como se mencionó, “rechazamos el intento de imponer una tasa al metano
bovino”, afirmó CRA este lunes, y agregó: “Que una diputada impulse cobrar
un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión
ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que,
lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector
que sostiene al país”.
Para
CRA, “cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce
producción”, algo sobre lo que también hizo referencia CARBAP.
La
entidad que integra la Mesa de Enlace Nacional referenció al respecto que la
ganadería argentina alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza
economías regionales.
Por eso, consideró que “inventar”
esta nueva contribución, “es simplemente seguir esquilmando al que produce,
cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales
más altas del planeta. Y, para colmo, sin aportar ninguna solución técnica
seria o viable”.
“Desde
CRA necesitamos —y exigimos— dirigentes que trabajen a favor de la
producción, no quienes creen ocurrencias desconectadas de la realidad del campo
y de la ciencia. Si estas son las ideas que algunos proponen para impulsar
el sector, queda claro el tipo de liderazgo con el que pretenden que
construyamos futuro”, se quejó.
Y
culminó: “CRA va a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la
gente que todos los días sostiene al país, frente a políticas que solo
buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen”.
LAS
CRÍTICAS DESDE CARBAP
Previamente,
CARBAP expresó su enojo, con un comunicado cargado de críticas y
también de ironías con relación a la insólita propuesta de esta
diputada bonaerense.
“El
metano se mide; la improvisación legislativa también… y emite mucho más. ¿Por
qué no pensar una tasa para los legisladores improvisados?”, indicó
CARBAP, que coincidió en su absoluto rechazo a un proyecto que “lejos de
aportar soluciones, vuelve a cargar sobre los productores un costo sin sentido
ni sustento técnico”.
“La ganadería bonaerense ya
sostiene una de las presiones impositivas más altas del país. Sumar una tasa al ‘metano de las vacas’ no reduce emisiones,
reduce producción, competitividad y empleo”, ratificó la Confederación que
encabeza Ignacio Kovarsky.
Y
cerró: “Desde CARBAP defendemos políticas públicas serias, basadas en
datos, diálogo y conocimiento. No aceptaremos más cargas que castiguen
al sector que produce alimentos, genera trabajo y sostiene las economías de
nuestras comunidades rurales”.
QUÉ
DICE EL PROYECTO DE LA DIPUTADA
En
concreto, la “TAMBA” que impulsa Klug se basa en el principio de
Responsabilidad Extendida del Productor y apunta, según consta en los
considerandos de los proyectos de ley, a “mitigar la emisión de gas metano”.
Para
Klug, que próximamente abandonará la Legislatura bonaerense para ser
reemplazada por Grabois, es importante “involucrar directamente a los
sectores productivos que son grandes emisores de metano”, y por eso
propone este impuesto cuya recaudación se destinaría a un Fondo Fiduciario para
la Mitigación del Metano y Financiamiento GIRSU (FoFiMM).
Una
de las grandes preguntas del agro es cómo se mediría esta tasa y la respuesta
del proyecto de ley es en función de los kilogramos de dióxido de
carbono equivalente emitidos por los establecimientos ganaderos, desglosando
la cantidad de cabezas de ganado de cada una, así como “sus características
productivas”.


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