El 3 de junio de 1873, el terror originario de las
pampas murió, en su propio lecho y en su toldo en Chilihué, cerca de General
Acha en La Pampa.
Juan Calfucurá fue un poderoso Cacique
Araucano de las pampas del sur y del oeste argentino. Fue responsable de
casi todos los malones que hostigaron la provincia de Buenos Aires a mediados
del siglo XIX.
Juan Calfucurá fue sepultado con los honores de un
gran cacique y en su tumba fueron enterrados sus ponchos, sus armas, su
platería, sus mejores caballos, sus mejores mujeres y varias cautivas huincas, unas veinte botellas de anís y ginebra, que
fueron bebidas por sus saqueadores de su tumba años después.
Fue Supremo Cacique durante 40 años, y había
llegado a comandar tres mil entrenados guerreros y había sido el jefe de veinte
mil feroces originarios.
La poesía como testigo de lo que somos capaces los seres humano, la barbarie ayer como hoy.
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