Un
estudio reciente de la University en California demostró una correlación
entre la leche de vaca y las tasas más altas de cáncer
de mama, que la mayoría de los expertos anteriormente consideraban
infundada.
El estudio (en inglés) utilizó
cuestionarios sobre la alimentación para seguir a casi 53,000 mujeres en
Norteamérica (edad media de 57) durante casi ocho años. Cuando analizaron los
resultados, hallaron lo siguiente: la ingesta más alta de leche de vaca estuvo
asociada con un mayor riesgo de cáncer de mama —hasta un
"Pudimos analizar desde la gente con un
consumo bajo de leche hasta la que tomaba basos de leche por día", explica
el Dr. Gary Fraser, investigador principal y profesor de Medicina y
Epidemiología en Loma Linda University Health.
El estudio no detectó una diferencia de riesgo
entre las participantes que tomaban leche entera y las que tomaban leche
semidescremada (los investigadores no pudieron comprobar si la leche era
orgánica). Y a pesar de que el grupo del estudio consumía cantidades bastante
altas de soya, los investigadores "no hallaron pruebas convincentes"
de que los productos de soya estuvieron asociados con un riesgo más alto de
cáncer de mama.
De
hecho, descubrieron una reducción marcada del riesgo cuando se sustituía una
cantidad aproximadamente equivalente de leche de vaca por leche de soya.
También hallaron que otros tipos de lácteos, como el queso y el yogur, no
tenían efectos ni "adversos ni protectores" con respecto al riesgo
del cáncer de mama.
"La leche ha sido objeto de controversia por
un largo tiempo... los pacientes se frustran porque un día el consejo es 'beba
leche' y al otro, 'no beba leche'".
Dra.
Marisa Weiss, fundadora y directora médica de Breastcancer.org
Aunque únicamente un experimento doble ciego podría
demostrar definitivamente una relación con el cáncer de mama, Fraser señala que
su equipo efectuó el control cuidadoso con respecto a otros factores que
podrían crear la impresión falsa de que existe una conexión en este tipo de
investigación.
"Efectuamos
ajustes por consumo de alcohol, distintos productos alimentarios y una serie
entera de factores reproductivos, como por ejemplo si las mujeres habían tomado
anticonceptivos orales, habían amamantado a sus hijos o se habían sometido a
terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia". Según comenta,
ninguno de esos factores pareció explicar los resultados, lo cual lo llevó a concluir
que "puede haber algún otro factor misterioso, pero sí parece que la leche
de vaca es al menos interesante en cuanto a una posible causa del cáncer de
mama".
Fraser señala que los estudios sobre el efecto de
los lácteos en el riesgo de cáncer de mama han mostrado resultados variados e
incluso contradictorios a lo largo del tiempo. La Dra. Marisa Weiss, fundadora
y directora médica de Breastcancer.org, reitera esa afirmación
al declarar: "La leche ha sido objeto de controversia por un largo tiempo.
Los pacientes se frustran porque un día el consejo es 'beba leche' y al otro,
'no beba leche'".
Por su parte, Weiss recomienda ser prudente.
"Existe un principio de precaución en salud pública de que más vale
prevenir que curar. Los seres humanos estamos en la cima de la cadena
alimentaria y, por lo tanto, somos vulnerables a todo lo que comemos. Existen
motivos para creer que algunos alimentos
son más sanos que otros, y que algunos tienen riesgos. La leche es
un producto de origen animal y su integridad depende de la salud de la vaca y
hasta de si tiene hormonas extra".
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