Tres pandemias, un solo enemigo: la
huella global de Yersinia pestis.
La historia de la peste negra está marcada por tres grandes pandemias
que arrasaron diversas regiones del mundo. La primera, la Plaga de Justiniano,
se extendió por el Mediterráneo entre los siglos VI y VIII. La segunda, la
famosa peste negra, devastó Europa entre 1347 y 1351 y siguió reapareciendo durante
siglos.
La tercera comenzó en China en 1855 y sus efectos aún se perciben en
regiones como Madagascar y la República Democrática del Congo. Según Muy
Interesante, todas estas pandemias tuvieron un denominador común: la
bacteria Yersinia pestis.
Nuevos hallazgos científicos explican cómo una
modificación genética ayudó a la bacteria Yersinia pestis a sobrevivir a lo
largo de los siglos, según reportó la revista Muy Interesante
La peste negra, una de las pandemias más mortales de la
historia, ha desconcertado a científicos y médicos durante siglos. Aunque se
asocia con la devastación, recientemente un innovador estudio ha identificado
un factor clave detrás de su supervivencia a lo largo de los siglos: la modificación de un solo gen bacteriano.
Publicado en Science, este descubrimiento revela cómo Yersinia pestis, la bacteria responsable de la peste, pudo adaptarse y
persistir por más de mil años. Este hallazgo no solo reescribe la historia de la
enfermedad, sino que abre nuevas puertas para comprender cómo los patógenos
pueden evolucionar y sobrevivir a lo largo del tiempo.
El estudio analizó más de 2.700 muestras
de ADN de víctimas de peste a lo largo de diferentes períodos históricos. Los investigadores descubrieron que un solo gen, pla, jugó un papel crucial en la capacidad de la bacteria para
modificar su virulencia y adaptarse a diversos entornos y huéspedes.
Este gen permitió a Yersinia pestis penetrar el sistema inmunológico de las víctimas y
alcanzar los ganglios linfáticos, desencadenando la forma bubónica de la enfermedad. A lo largo del tiempo, sin embargo, el
comportamiento de este gen cambió.
Según los investigadores, el gen pla modificó su función en respuesta a las condiciones
cambiantes, lo que permitió a la peste persistir a través de las épocas.
Tres pandemias, un solo enemigo: la
huella global de Yersinia pestis
La historia de la peste negra está marcada por tres grandes pandemias
que arrasaron diversas regiones del mundo. La primera, la Plaga de Justiniano,
se extendió por el Mediterráneo entre los siglos VI y VIII. La segunda, la
famosa peste negra, devastó Europa entre 1347 y 1351 y siguió reapareciendo durante
siglos.
La tercera comenzó en China en 1855 y sus efectos aún se perciben en
regiones como Madagascar y la República Democrática del Congo. Según Muy
Interesante, todas estas pandemias tuvieron un denominador común: la
bacteria Yersinia pestis.
El origen de la peste negra no se encuentra en los humanos, sino en las
ratas. Muy Interesante destacó que, en realidad, fue una
pandemia de roedores, con los humanos como víctimas colaterales de un patógeno
que dependía de las ratas para su transmisión.
La evolución del gen pla permitió a Yersinia
pestis adaptarse tanto a los humanos como a los roedores, facilitando
la transmisión entre ambas especies. Al principio, la alta letalidad
de la enfermedad limitaba su propagación, pero con el tiempo, la bacteria se
volvió menos agresiva, favoreciendo la supervivencia de los roedores y, por
ende, la continuidad de la transmisión.
Vietnam: evidencia moderna de una
estrategia ancestral
El estudio también reveló que la evolución del gen pla sigue
ocurriendo en la actualidad. Los investigadores encontraron cepas modernas
de Yersinia pestis en Vietnam —una humana y dos de ratas
negras— que presentan la misma reducción del gen pla observada
en cepas medievales. Muy Interesante calificó este hallazgo
como un “fósil viviente” de una peste que evolucionó para adaptarse a su
entorno.
El estudio sobre la evolución del gen pla ofrece nuevas perspectivas para entender cómo surgen,
se propagan y desaparecen las pandemias. Muy Interesante subrayó que este tipo de
investigaciones no solo reescriben la historia de la peste negra, sino que
también pueden ayudar a anticipar la evolución de futuros patógenos.
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