El regazo de mi madre
Que regalo me ha hecho el creador,
¡una madre!
tu me diste la existencia
a través del
amor,
velaste por mi una eternidad
madre, soy parte de vos.
Madre, compartiste tu esencia
para que naciera yo,
tu canción de cuna
fueron el edén y el mar,
creaste con tus manos incansables
un virtual pesebre para soñar.
Madre, fuiste estoica y sabia
ante la infausta adversidad,
y en mi primera infancia
te volviste niña para perder jugar.
Madre, fuiste llanto ante mis lagrimas
y loba en la crispada dificultad,
me enseñaste todo lo que se
al mostrarme la belleza de la humildad.
Madre, no olvido tu primoroso regazo
o tus besos capases de sanar,
ellos cerraron las heridas
que dejo el amor convencional.
Madre, tus ojos del alma vieron
lo que quisieron ignorar,
y viste a través de mi
lo que por temor quise ocultar.
Madre, alimentaste mi ser
y mi espíritu sin ruindad ni plañido,
vertiste lagrimas dulces y amargas
por ausencia, ternura y alborozo.
Autor: Miguel Ángel
Figueiras Gimenez
Poeta y escritor de Merlo,
Buenos Aires, Argentina.
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