Personalmente creo que si realmente lo quieren hacer
deberían hacer responsables a los gobiernos de cada nación, (Ej. caso de
Argentina, Ingreso Universal por hijo, que reciben las familias de bajos
recursos desde hace casi una década) y desarrollar el proyecto, NO para TODOS,
solo para los seres del mundo que están en estado de pobreza. Cada nación
orquestaría desde el estado mayor como entregar el dinero, primero a las
provincias, las provincias a los municipios y desde allí a
los barrios y a cada casa.
(Ej el Municipio de Merlo que libra una lucha
constante en pos de la justicia social y la inclusión) ¿O es un secreto quien vive
miserablemente por el motivo que fuere en cada barrio? A nivel nacional nadie
conoce a nadie, pero ya en los barrios nos conocemos todos. ¿No seria tan
difícil el Sustento Universal Básico, no?
¿QUE REZA el
PROYECTO en CUESTION? Se trata de un
movimiento con vitalidad, como lo muestra por ejemplo el trabajo de la red Basic
Income Earth Network (BIEN), que promueve, reflexiona y actúa en
torno a la idea de un ingreso para todos. Conseguir el ingreso necesario para
el sustento personal y familiar es la actividad primordial de la inmensa
mayoría de la humanidad. Y la pobreza es una lacra que muerde terriblemente a
las comunidades, incluida la estadounidense, que ven con severidad el
crecimiento de las desigualdades, la falta de oportunidades y la falta de una
justicia social efectiva. (Recién se
dieron cuenta)
Muchas son las ideas, enfoques, teorías pare enfrentar
la pobreza y en ello hay intensas batallas ideológicas, políticas y prácticas
de por medio. Pero una idea ha cobrado fuerza recientemente por su enfoque
singular, si bien no es claro que pueda ser aplicada, al menos a gran escala,
en el corto plazo. Pero es, sin duda, una posible solución, entre muchas, para
encarar el problema de la pobreza y la falta o insuficiencia de ingreso para
cubrir las necesidades fundamentales.
Se trata del concepto de "ingreso básico
universal" o "ingreso básico garantizado", (“Ej. Ingreso
Universal por Hijo en Argentina”) que implica que toda persona tiene en sí el derecho
de recibir un ingreso, sin que en ello medie las circunstancias o
peculiaridades de cada persona, como explica el portal Vox. No se
requiere estar incapacitado, o haberse jubilado, o tener un capital que aporte
regalías. Es, simplemente, el otorgamiento de un ingreso básico a todos, como
una vía de atemperar la pobreza.
Es una noción que no es nueva, pues ha tenido
históricamente variados impulsores, tanto los de pensamiento progresista que lo
entienden como una manera de conseguir la justicia social (EJ. Peronismo en
Argentina) como los de corte liberal que lo entienden como una forma de
sustituir las estructuras convencionales del estado de bienestar.
Como relata el portal Vice, un
nuevo ejercicio para aplicar ese principio ha comenzado a tener lugar mediante
las llamadas "monedas virtuales", de las que Bitcoin es uno de sus
exponentes más visibles, y polémicos. Experimentos con este tipo de monedas
virtuales plantean que éstas puedan ser generadas y distribuidas a todos los
miembros de un determinado grupo, y luego pueden ser “gastadas” en bienes o
servicios provistos por personas o entidades que son parte y aceptan el modelo.
Pero, como señala Vice, estos programas funcionan por la aceptación voluntaria
de sus participantes, por lo que nada es obligatorio, y sus impulsores creen
que debe seguir siendo así en lugar de ser algo impuesto por gobiernos o
fuerzas externas.
Por otro lado, organizaciones como GiveDirectly
canalizan donaciones económicas directamente a personas en pobreza extrema
mediante transferencias electrónicas. Aunque no se trataría de un sistema de
"ingreso básico" generalizado sí es una forma de asistencia mucho más
directa que reduce al máximo el costo de la ayuda y busca potenciar también al
máximo el beneficio de esas transferencias.
Y otro caso, como narra The Atlantic, es el
de Scott Santens y su grupo de activistas, que a diferencia de otros promotores
del “ingreso básico” sí cree que éste debería ser provisto por los gobiernos a
todos sus ciudadanos, aunque no se ha sentado a esperar a que eso suceda (lo
que, por cierto, es poco probable en las circunstancias actuales). Santens
(quien vive en Nueva Orléans) y otros activistas piden a las personas que les
provean dinero para construirle un ingreso básico de 1,000 dólares al mes,
mediante el sistema llamado “crowdfunding” (el mismo que, por ejemplo, financia
las campañas solidarias de recaudación de fondos en portales como Gofundme).
Y su esfuerzo ya le estaría proveyendo de la mitad de
esa suma, a la que él añade ingresos provenientes de su trabajo como escritor.
El problema actual es que para proveer a una persona de un ingreso mínimo se
necesita que cientos, o incluso miles, hagan aportaciones, lo que implica que,
por el momento, su universalidad no sería muy viable. Pero el esfuerzo de
Santens y otros es también demostrativo: mostrar una alternativa.
Todo en el contexto de que la progresiva y acelerada
automatización del trabajo provocará que una gran proporción de la gente
simplemente no sea capaz de actualizarse para acceder a otros empleos cuando el
suyo sea reemplazado por robots u otras máquinas o que, de plano, simplemente
no habrá trabajos a los cuales una creciente masa de trabajadores desplazados
pueda incorporarse. Ante ello, ese “ingreso básico asegurado” sería una
respuesta pública necesaria para atemperar esa transformación.
The Atlantic cita un reporte de la Universidad de Oxford
que indica que el 47% de todos los empleos actuales son susceptibles de ser
automatizados en las próximas dos décadas. Y, como se indicaba, no es algo que haya sido descubierto
ayer. Un extenso ejercicio de ingreso básico universal realizado en los años
70, el mayor en Norteamérica, que ha despertado nuevo interés por sus
resultados en atemperar los impactos de la pobreza, es explicado en un video
colocado en YouTube por activistas canadienses.
Existen,
desde luego, opositores al hecho de que se conceda un ingreso a todos por el
solo hecho de existir, o por no hacer nada en el contexto formal del trabajo en
las economías de mercado. Se dice que quien reciba ese ingreso se volvería
pasivo, flojo, inútil, dependiente, desmotivado, etc. Y que se desincentivaría
la iniciativa individual, el esfuerzo personal y la dedicación para construir.
Desde luego todo es debatible, pero existen simpatizantes y detractores por
igual de este modelo. Y como nunca se ha aplicado algo así a gran escala, sus
posibles efectos, positivos o nocivos, son en todo caso materia especulativa,
si bien hay estudios y líneas de pensamiento que lo apoyan o rechazan con
diversos argumentos.
Resumiendo:
Saben que se puede hacer de forma sencilla y efectiva, al complicarlo de la manera
que se ejemplariza en este proyecto significa que no existe una verdadera
voluntad de “hacer que desaparezca, o al menos diezmar el Hambre del mundo".
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