Día Mundial de los Océanos 2017, un acto que requiere de un mayor protagonismo en la sociedad, ya que los océanos representan un 70% de la superficie de la Tierra. Nuestro porvenir depende de su conservación, y hasta el momento los hemos cuidado bien poco, ahora toca atajar el problema y revertir en lo que sea posible las consecuencias del daño causado.
La destrucción de los hábitats, la sobrepesca, la acidificación de los mares, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación por plástico, y, por supuesto, el cambio climático, son a grandes rasgos los más acuciantes escollos que debemos salvar. Una amenaza real que nos afecta a todos los habitantes del planeta: los océanos son nuestro recurso más valioso (a pesar de que solamente el 1% está protegido), además de los bosques, para seguir procurando vida en el planeta.
La tarea que hay que llevar a cabo no se consigue con una sola persona o un solo gobierno, es una tarea conjunta en la que todos debemos esforzarnos y contribuir de alguna manera. En los océanos tenemos 1.300 millones de km3 de agua en su totalidad, que cada vez va aumentando más y más con el deshielo de los casquetes polares.
Los datos más preocupantes apuntan a que un 64% de la superficie de los océanos se encuentra fuera de la jurisdicción de cualquier Estado. Esas aguas de nadie son también seguramente las más codiciadas para realizar fechorías sin ningún tipo de repercusión, son perfectas para ello. Son las que debemos cuidar con apremio, aún teniendo en cuenta que las que sí controlamos siguen la mayoría con una problemática medioambiental muy importante, desde el propio mar Mediterráneo al Océano Pacífico.
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