SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 15 de julio de 2018

Debemos pensar las VACACIONES DE LAS NIÑAS Y NIÑOS, disfrutar ese tiempo libre como un proceso creativo, no unas vacaciones del consumismo.


Muchos padres se encuentran con el dilema de qué hacer durante el receso invernal para aprovechar el tiempo al máximo, fomentar un espacio en familia y darles algún gusto a los más chicos, pero siempre suelen aparecer momentos en los que no saben si lo que están haciendo está bien o mal.


Vacaciones no es sinónimo de jugar todo el día, también es importante descansar, que exista un equilibrio entre dormir y comer bien, tener actividades al aire libre, compartir con los amigos, jugar y también realizar actividades relacionadas con el colegio, como leer y escribir, con la finalidad de regresar a clases sin haber perdido el ritmo que ya han logrado en la primera mitad del año.

Atender a las necesidades del niño, no dejar que nos llegue el tiempo de vacaciones encima, sino planearlo con algo de anticipación, comprender que, en realidad, estamos ante un receso y no precisamente vacaciones, con lo cual el chico no debería desconectarse totalmente de toda su rutina, algunas cuestiones domésticas deberían permanecer, como para que, luego, el retorno no sea tan costoso. Un receso es un momento que podemos utilizar para algo constructivo o algo pendiente, que justamente debería ser pensado en familia para evitar los sobresaltos.

“Es necesario observar las necesidades de todos, la visión de la familia implica que ella es una organización grupal cuyo objetivo es el desarrollo de todos y cada uno de sus integrantes. Los padres no están solamente para ayudar a que sus hijos se desarrollen, las necesidades de los padres también se tienen que tener en cuenta, sobre todo en momentos de recesos escolares, durante los cuales a veces los padres deben continuar su actividad laboral habitual aunque tengan también ganas de hacer cosas diferentes”.

Es importante tener un tiempo libre de calidad. Esto es uno de los aspectos de la educación que en más ocasiones se olvida. La educación en el tiempo libre permite mejorar la calidad de vida de las niñas y niños y, a través de ella, prevenimos conductas relacionadas con la ansiedad, aislamiento, consumismo excesivo, etc. Es importante que los padres tengamos en cuenta algunos aspectos relacionados con la educación en el tiempo libre para poder hacer frente a cuestiones relacionadas con esto.

En primer lugar, pensar el tiempo libre como un proceso creativo, no un elemento de consumo. No todos los chicos tienen expectativas propias, muchas veces se las generan los propios padres. Los chicos solo quieren jugar y divertirse, por eso, es importante no generar expectativas falsas en las cuales quedaremos atrapados los adultos. Aquí entra el tema de los límites: si los padres pueden o no establecerlos. Para que el chico tenga una guía de qué puede hacer y qué no, esto debe hacerse durante todo el año, es difícil querer implementarlo sólo en vacaciones.

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