Muchos
padres se encuentran con el dilema de qué hacer durante el receso invernal para
aprovechar el tiempo al máximo, fomentar un espacio en familia y darles algún
gusto a los más chicos, pero siempre suelen aparecer momentos en los que no
saben si lo que están haciendo está bien o mal.
Vacaciones
no es sinónimo de jugar todo el día, también es importante descansar, que
exista un equilibrio entre dormir y comer bien, tener actividades al aire
libre, compartir con los amigos, jugar y también realizar actividades
relacionadas con el colegio, como leer y escribir, con la finalidad de regresar
a clases sin haber perdido el ritmo que ya han logrado en la primera mitad del
año.
Atender a las necesidades
del niño, no dejar que nos llegue el tiempo de vacaciones encima, sino
planearlo con algo de anticipación, comprender que, en realidad, estamos ante
un receso y no precisamente vacaciones, con lo cual el chico no debería
desconectarse totalmente de toda su rutina, algunas cuestiones domésticas
deberían permanecer, como para que, luego, el retorno no sea tan costoso. Un
receso es un momento que podemos utilizar para algo constructivo o algo
pendiente, que justamente debería ser pensado en familia para evitar los
sobresaltos.
Es necesario observar
las necesidades de todos, la visión de la familia implica que ella es una
organización grupal cuyo objetivo es el desarrollo de todos y cada uno de sus
integrantes. Los padres no están solamente para ayudar a que sus hijos se
desarrollen, las necesidades de los padres también se tienen que tener en
cuenta, sobre todo en momentos de recesos escolares, durante los cuales a veces
los padres deben continuar su actividad laboral habitual aunque tengan también
ganas de hacer cosas diferentes.
Es
importante tener un tiempo libre de calidad. Esto es uno de los aspectos de la
educación que en más ocasiones se olvida. La educación en el tiempo libre
permite mejorar la calidad de vida de las niñas y niños y, a través de ella, prevenimos
conductas relacionadas con la ansiedad, aislamiento, consumismo excesivo, etc.
Es importante que los padres tengamos en cuenta algunos aspectos relacionados
con la educación en el tiempo libre para poder hacer frente a cuestiones
relacionadas con esto.
En
primer lugar, pensar el tiempo libre como un proceso creativo, no un elemento
de consumo. No todos los chicos tienen expectativas propias, muchas veces se
las generan los propios padres. Los chicos solo quieren jugar y divertirse, por
eso, es importante no generar expectativas falsas en las cuales quedaremos
atrapados los adultos. Aquí entra el tema de los límites: si los padres pueden
o no establecerlos. Para que el chico tenga una guía de qué puede hacer y qué
no, esto debe hacerse durante todo el año, es difícil querer implementarlo sólo
en vacaciones.
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