Hay familias que saben que el secreto
para mantenerse unida es mantener los ritos y tradiciones que han creado: hay
quienes eligen al domingo como su día sagrado y no importa qué pase, nunca
faltan a la reunión alrededor de la mesa. Otros prefieren juntarse en torno a
eventos deportivos, o algún día de la semana para cenar. Lo cierto es que, sin
importar cuándo se reúnan ni qué hagan cuando se ven, las reuniones familiares
pueden ser una excelente manera de mantener la relación con nuestros seres
queridos bien fluida y los puertos de comunicación abiertos, resolver problemas
y hacer que nuestros hijos se sientan parte de un grupo de pertenencia.
Si tienes la suerte de vivir cerca de tus familiares, que
encontrarte y compartir momentos con ellos sea una rutina. Cada familia tiene
su dinámica que se arrastra desde tiempos inmemoriales, y a es normal que surjan
conflictos entre sus miembros. Pero no hay nada mejor que hablar de los
problemas para poder resolverlos y pasar a una nueva etapa de la relación, más
sana y más adulta.
Encontrarte con tu
familia puede ser una excelente manera de ayudarte a resolver problemas: por
ejemplo, si estás experimentando un conflicto laboral, discutirlo con tus
padres o tus hermanos puede contribuir a que tomes perspectiva y ellos te den
su visión de los hechos. ¿Hay aspectos de tu personalidad que están jugando un
papel en el problema? ¿Hay algo que estás perdiendo de vista? La verdad es que
nadie te conoce como tus familiares: no sólo estuvieron contigo durante toda tu
vida, sino que te han acompañado durante todo tipo de situaciones y momentos:
tu familia compartió contigo felicidades, tristezas, alegrías, días difíciles.
Seguramente podrán aconsejarte.
Si tienes preguntas
o preocupaciones sobre la crianza de tus hijos, tu familia también puede
ayudarte a resolverlas. Más allá de que compartas o no el estilo de crianza de tus
padres, puedes preguntarles cómo eras cuando eras niña o cuáles eran los
conflictos con los que debían lidiar ellos. Si tienes hermanos, ellos también
pueden ser una fuente de ideas o de buenos consejos.
Encontrarse regularmente con su familia extendida puede
ser algo muy beneficioso para tus hijos. No sólo podrán compartir momentos muy
agradables con primos, tíos y abuelos: también estarán creando recuerdos que
perdurarán durante toda su vida. Además, podrán relacionarse sin sentir
presiones con gente que los ama y que no los juzga. Rodeados de familiares, los
niños pueden reforzar el concepto de amor incondicional: no importa qué hagan,
su familia siempre estará allí para ellos.
Y para ti, pasar
unas horas con tu familia puede significar que no tengas que estar pendiente de
tus hijos durante ese rato, mientras sabes que ellos pasan un rato agradable
bajo los cuidados de sus tíos y abuelos.
Ya sabemos que no todo es color de rosas cuando de
relaciones tan cercanas se trata: dicen que es cuestión de horas de estar
juntos para que los miembros de una familia vuelvan a tomar los roles que
tuvieron durante el tiempo en que vivían en una misma casa. Aprovecha tus
reuniones familiares para destrabar esos conflictos, aprender de ellos y sanar.
Resolver conflictos en el seno de tu familia también te ayudará a destrabar los
problemas que puedas tener con personas no tan cercanas.
Pase lo que pase,
tu familia siempre estará para ti, así que aprovecha los encuentros para
compartir con tus padres, tus hermanos y tus sobrinos, y mejorar la relación
que tienes con ellos.
Sin importar cuán
intensas sean nuestras vidas, parar unas horas para tocar base con la familia
extendida es una excelente manera de recargar energías emocionales.
Miguel!Hermosas tus palabras ! Has hecho una descripción y un relato muy lindo a cerca de lo que significa la familia. Abrazo
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