SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 10 de febrero de 2024

¿Qué HEREDAMOS de NUESTRA MADRE y QUE HEREDAMOS de NUESTRO PADRE? ¿Qué dice la ciencia al respecto?

 

NO es cierto que la inteligencia se herede de la madre, no hay bases científicas que lo avalen. Seguro que en alguna ocasión se han hecho estas preguntas: ¿qué se hereda del padre? ¿y de la madre? o ¿por qué tengo este color de pelo o esta estatura?




¿Cómo se transmiten los caracteres a la descendencia?

Que los descendientes se parezcan a sus progenitores es un hecho común a seres humanos, animales y plantas. 

Pero ¿en qué momento comenzó a estudiar la ciencia la transmisión de caracteres?

Tenemos que remontarnos al siglo XIX, cuando Gregor Mendel, un monje austriaco considerado el padre de la genética, llevó a cabo sus famosas investigaciones con plantas de guisante.

Los experimentos de Mendel 

Mendel realizó distintos experimentos con las plantas del guisante, a partir de los cuales estableció las 3 leyes básicas de la herencia. Los experimentos se centraron en varios rasgos o características de las plantas, principalmente en el color y la rugosidad de la semilla.

Mendel cruzó guisantes puros amarillos con guisantes puros verdes y obtuvo guisantes 100% amarillos, a partir de lo que formuló la primera ley, conocida como principio de la uniformidad.



Estos guisantes amarillos resultantes los cruzó entre sí, y obtuvo un 25% de guisantes verdes, a partir de lo que formuló la segunda ley, conocida como principio de la segregación.

Mendel también cruzó guisantes amarillos lisos con guisantes verdes rugosos. Los guisantes resultantes, amarillos y lisos al 100%, los cruzó entre ellos, y obtuvo un 57% de guisantes amarillos y lisos, un 19% amarillos y rugosos, un 18% verdes y lisos y un 6% verdes y rugosos. Esto le llevó a observar que los distintos caracteres se heredaban independientemente, es decir, no interferían entre sí. A partir de esta deducción formuló la tercera de sus leyes, conocida como principio de la transmisión independiente.

Cómo funciona la transmisión de caracteres en los seres humanos

A partir de lo que acabamos de exponer, es posible que hayas deducido que el aspecto o fenotipo de nuestros hijos dependerá de si los alelos que heredan de nosotros son dominantes o recesivos. Sin embargo, en los seres humanos, la transmisión de caracteres no es tan sencilla.Los caracteres que estudió Mendel se asociaban a un único gen, es decir, eran monogénicos. 



Esta aportación fue esencial y por ello, hoy en día, las enfermedades debidas a la alteración de un único gen se conocen como enfermedades mendelianas. Además, la cosa se complica un poco más si el gen afectado se sitúa en un cromosoma sexual, ya que el modo en que afecta la enfermedad será diferente dependiendo del género. Si quieres profundizar acerca de la herencia genética y los posibles patrones hereditarios, te recomendamos que accedas a nuestro ebook La prevención en la salud de tu hijo a través de la genética.

Sin embargo, la mayoría de las enfermedades, así como rasgos genéticos entre los que encontramos el color del pelo, los ojos, o la altura, se deben a múltiples genes. Es decir, sus fenotipos están influenciados por múltiples alelos cuya aportación individual es esencial. Además, cabe destacar que, aunque podamos tener una predisposición genética a, por ejemplo, ser altos, no todo está determinado por nuestra información genética, sino que existen otros factores que también influirán en nuestro aspecto. Es decir, aunque sabemos que la estatura tiene un importante componente genético, no podemos dejar a un lado que la alimentación y el estilo de vida también tendrán un papel fundamental en este carácter. 

Por este motivo es difícil responder a la pregunta ¿qué heredamos del padre y qué de la madre? No obstante, hay una característica individual fundamental que se transmite por vía paterna: nuestro sexo biológico. 

Como sabrás de anteriores artículos el ser humano presenta en sus células 23 pares de cromosomas, 23 heredados del padre y 23 de la madre. Los cromosomas 1 al 22 son iguales en hombres y mujeres y se conocen como autosomas, el último par de cromosomas, el 23 representa los 2 cromosomas sexuales, que serán XX en mujeres o XY en hombres. Durante la fecundación el óvulo en las mujeres siempre aporta un cromosoma X, mientras que el espermatozoide podrá aportar un cromosoma X o un cromosoma Y, por lo que es la información genética paterna la que determinará el sexo biológico.  

Otros caracteres que se heredan del padre y de la madre

Como ven, la herencia genética determina muchos de los rasgos que se heredan del padre y de la madre y que se transmiten a los hijos. 

Aunque en este artículo nos hemos centrado en caracteres físicos como el color de ojos o la atura, la herencia genética también influye sobre hábitos, características de la personalidad y, por supuesto, enfermedades. 

Por suerte, en la actualidad podemos predecir la aparición de muchas de ellas, gracias a pruebas como myGenome.

Este test te permite conocer tu riesgo a padecer enfermedades hereditarias o que puedes transmitir a tus hijos, y además te aporta información sobre multitud de rasgos genéticos como, por ejemplo, si tienes o no predisposición a comer entre horas. Gracias a esta prueba puedes anticiparte a la aparición de patologías y adaptar tus hábitos y dieta para gozar de una vida más saludable. 

Además, si acabas de tener un bebé, es posible que te interese conocer myNewborn una prueba genética de cribado neonatal que detecta más de 390 enfermedades que pueden aparecer en la infancia. La detección precoz hace posible adelantarse a la aparición de los síntomas y hacer un manejo más eficaz y personalizado de la patología. Gracias a los avances genéticos, hoy en día podemos acceder a una información de gran valor que nos permite cuidar nuestra salud y mejorar nuestra calidad de vida.  Si tienes cualquier duda ponte en contacto con Veritas y estaremos encantados de resolverlas. 

 

 

 

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