SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 4 de junio de 2016

Un POLLERUDO es aquel hombre que participa en las actividades que "socialmente" se le han adjudicado al género femenino: lavar la ropa, recoger los platos, planchar, cambiar al bebe, etc.


Pollerudo (según la Psicología) es un término conocido desde principios del siglo XX, pero ha tenido más auge desde los años 50 ‘casualmente’ cuando la mujer empieza a tener voz y voto constitucionalmente en el país. De acuerdo con los expertos, existe una línea muy delgada entre un pollerudo y una patología que se refleje en sumisión.

Un pollerudo es un hombre sensible, que tiene la capacidad de entender que cooperar en las labores del hogar no lo hacen menos hombre. Es considerado y seguro de sí mismo. La responsabilidad lo caracteriza, pero justo ahí es donde radica la diferencia con la sumisión.
El sumiso cree que las labores del hogar son su obligación, el lo vive como una responsabilidad compartida con su pareja, además que le gusta también el orden y la limpieza; es organizado, a veces es quien reparte las tareas y los roles dentro de la casa.

Los psicólogos indican que la mamá o la figura de crianza con la que haya crecido un hombre es determinante para que al llegar a la edad adulta, sea independiente y lave su plato al terminar de comer o planche su ropa. También hay quien les enseña a que la mujer tiene que encargarse de eso y así se forman como ‘machos alfa”.
La educación es básica. Si crece en un hogar donde los roles son independientes de los géneros, no tendrá problemas con lavar, planchar o coser, por ejemplo. En cambio si en su casa la madre hace todo y la figura masculina es atendida de todo a todo por la mujer, evidentemente buscará que su esposa le sirva de igual manera.

Existe una fuerte etiqueta social hacia el pollerudo, pues es criticado, juzgado y se convierte en el blanco de burlas. Sin embargo, es autosuficiente, ya que no necesita de una mujer que le planche le lave, haga su cama y la limpieza de la casa.
Según los doctores que estudian el comportamiento, el término pollerudo es exclusivo de los hombres, ya que una mujer que hace las labores del hogar es considerada como alguien "que cumple con sus obligaciones" socialmente hablando. 
NI lo de la imagen Sup. NI lo de la imagen Inf.
Lo saludable en la pareja es eso, ser pareja.

Sin embargo, según las estadísticas las mujeres cada vez están más fuera de la casa y los hombres más adentro; participan en el hogar y lo empiezan a hacer sin temor a ser criticados. Los psicólogos, antropólogos y sociólogos se atreven a afirmar que dentro de un círculo social empieza a ser bien vista la imagen de ser un pollerudo.
Es posible empezar a "ser pollerudo" y participar y repartir las actividades y labores del hogar o también se puede dejar de hacerlo. Siempre se puede cambiar sin olvidar que hay que asumir las consecuencias propias del cambio.  

La vida cambio en el ultimo medio siglo, la mujer trabaja codo a codo con el hombre dentro y fuera de la casa.

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