SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 19 de octubre de 2021

Ranking de los países más endeudados del mundo: ¿en qué puesto está Argentina?

 

La deuda total argentina equivale al 125,6% del PBI, pero solo 5,2% corresponde a las familias y solo 19% al sector privado.(informe de Ámbito Financiero 12/10/2021)

 

1.                             Japón 223,3%

2.                             Grecia 199,2%

3.                             Italia 154,2%

4.                             Singapur 144,8%

5.                             Portugal 130,7%

6.                             Argentina 125,6%

7.                             Estados Unidos 118,9%

8.                             Francia 116,5%

9.                             Bélgica 113,2%

10.                        España 114,1%

11.                        Canadá 101,9%




El Estado nacional absorbe el 80% del crédito disponible para el país, siendo uno de los Estados más endeudados del mundo. Por el contrario, el sector privado, los emprendedores y los hogares son los menos endeudados del mundo. Cambiando muy poco, podríamos hacer una revolución, solo falta decisión política.

Según datos del Banco Internacional de Pagos (BIS) al 30 de septiembre de 2021, la deuda total argentina equivale al 125,6% del PBI, se caracteriza por estar concentrada en un 101,4% del PBI en manos del Estado, 5,2% del PBI en manos de las familias, y solo 19% del PBI en manos del sector privado.

Resulta una pregunta interesante, pero no tiene tanto que ver con el patrón de conducta del argentino medio, está más correlacionado con nuestra historia de alta inflación y devaluación del signo monetario.

En Argentina no hay crédito hipotecario, dada la alta inflación existente y tasas estrafalariamente altas, algo que no ocurre en otros países. El máximo crédito al que aspira una familia con ingreso medio es a comprar un auto prendado, un crédito personal para refaccionar el hogar o cubrir una deuda puntual y el crédito en tarjeta de crédito. En todos los casos, las tasas son exuberantes.

La aparición de créditos hipotecarios ajustados por inflación llevó a que muchos tomadores de dicho financiamiento se vean imposibilitados de cumplir, con el divorcio existente entre la suba de los precios y los salarios.

En Argentina, la devaluación del peso fue superior a la inflación, lo que pondría a los créditos en pesos UVA en mejor posición que el crédito en moneda dura. Sin embargo, el empobrecimiento del país hizo que los salarios se ubiquen por debajo de ambos guarismos. El crédito en ese escenario se tornó impagable.

La pandemia dejó al país con una gran cantidad de pobres, y el mix de falta de empleo, alta cantidad de planes sociales, elevada inflación y escasa bancarización de la población, nos llevó a ser el país con menos crédito para los hogares en el mundo. Esto retroalimenta la gran informalidad de nuestra economía. Las familias no tienen ingresos formales, por ende, no son sujeto de crédito.

Según datos del INDEC, en Argentina hay 19,3 millones de puestos de trabajo. De ese total, solo 10,4 millones son puestos de trabajo registrados, de los cuales, según datos del ministerio de trabajo, 5,8 millones son puestos de trabajo registrados del sector privado. El resto, que ascenderían a 8,9 millones, son puestos de trabajos no registrados o no asalariados.

Como se puede apreciar, en Argentina falta inversión que no hace crecer el PBI, ni tampoco el empleo formal, por ende el país difícilmente genere ciudadanos que puedan ser sujeto de crédito para el sistema financiero y, dentro de los que genere, será muy complejo poder acceder a un crédito hipotecario a tasa baja y de largo plazo, con un país en donde la inflación tuvo un piso del 25% entre 2011 y 2015, pasando a un 35% de piso desde 2015 en adelante, e inaugurando un año 2021 con un piso de inflación en torno del 45% anual.

 

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