SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 4 de marzo de 2012

INOCENCIO y el misterio del Aljibe de San Miguel Arcángel

Los creyentes tocan la figura de San Miguel Arcangel en busca de ayuda.
El Magazin de Merlo: "El misterio y la percepción extra sensorial de un Guarani que presintió que había agua y nadie le creyó"
Aqui Inocencio encontro el yuyo que le aseguro que habia agua.
Todo ocurrió en el paraje denominado, Caguarene, donde hacía unos 60 años se había fundado una pequeña capilla de madera honrando a San Miguel Arcángel, como es estilo de los habitantes de las zonas selváticas del Paraguay, por entonces inhóspitas y casi sin caminos para llegar por ejemplo a Jesús de Tavarangue, donde había un centro poblado. Pasaron los años y la vieja capillita se había deteriorado y los creyentes comenzaron a ahorrar para edificar un nuevo templo de ladrillos y techo de cinc.
Desde las profundidades de la tierra colorada emerge el agua fresca que se oculta en la selva.
En Paraguay en cualquier lado que uno se detiene se encuentran nacientes, pero ocurre que en sitio de cerros elevados el agua se puede volver escasa, caso este de encontrar agua para un aljibe cerca de la nueva capilla. Todos se dieron por vencidos cuando buscaron los signos que indican que el agua esta presente en el lugar, “no hay agua en los terrenos de San Miguel Arcángel”, aseguraron. Cuando todos se fueron Inocencio y su esposa Ramona, (padres de 11 hijos), comenzaron a recorrer los alrededores y el frente de la capilla, de pronto Inocencio diviso un extraño yuyo, lo arranco y dijo, ¡aquí hay agua!, justo frente a la capilla, ni su esposa le creyó.
En el pozo del aljibe se pueden distinguir los escalones realizados por Inocencio para salir
de 11 metros de profundidad.
Acto seguido le pide a uno de sus hijos que le ayude y comienza a cavar presintiendo la proximidad del vital elemento, encuentran enseguida pequeñas vertientes que no son suficientes, continúan ante la mirada incrédula de los vecinos que pasaban por el lugar pensando, “Que manera de trabajar sin sentido, allí no hay agua”.
Ya en los 6 metros Inocencio y su hijo vieron agua en mayor cantidad, Inocencio considero que nos era suficiente, pero sabia que no estaba equivocado. Cavaron algunos metros mas y al clavar una de las palas fluyo cual fuente mágica gran cantidad de agua pura y cristalina que comenzó a inundar el pozo que ya medía unos 10 metros de profundidad, el agua como premiando a Inocencio fluyo hasta llenar casi la mitad de los 11 metros.
Los creyentes llevan el agua bendecida en busca de curaciones.
Quiero destacar el hecho de que a pesar de la gran profundidad no utilizan los poceros de aljibes  escaleras ni sogas para salir, van dejando en las paredes de los mismos pequeños agujeros donde introducen sus pies a modo de escalera natural, así entran y salen. Moraleja, todos los incrédulos dicen que San Miguel Arcángel guió a Inocencio para encontrar el agua que fluye en cantidad y calidad desde hace 7 años, hoy bendecida los creyentes la llevan a sus hogares para utilizarla como agua curativa.
Nada ha cambiado en el alma de las personas, siguen los milagros como el de Inocencio Martínez, un Guarani que presiente donde esta el agua, así cabo también el pozo de su hogar y el de sus vecinos, diciendo: “Aquí hay agua”.  Así presintió el agua a los pies de San Miguel Arcángel.
Caguarene es un paraje del Distrito de Jesús, en Itapua, Paraguay, distante de Posadas, Argentina unos 100 kilómetros.

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