Cuando
tu hijo conoce de
límites aprenderá a relacionarse mejor con sus similares, respetará tu
autoridad y entenderá que conductas como los berrinches, tienen
sus consecuencias.
Algunos
padres de familia se sienten “atados de manos” al poner límites, porque no son
lo suficientemente fuertes para enfrentarlos. Por el contrario, son
complacientes para compensar el tiempo que no pasan juntos o, porque entre
padre y madre se desautorizan mutuamente.
¿Cómo le enseñas límites a tu hijo?
1.Tienes que ser objetiva: Cuando impartas disciplina con amor no vale de nada
expresarle a tu hijo frases como: “pórtate bien”, “no hagas caso a eso”… porque
los niños no saben identificar lo que es bueno o malo. Para lograr objetividad
basta con hablar en frases cortas y fáciles de entender por ejemplo: “Mi amor
lleva tus zapatos a tu cuarto”, “termina la tarea y podrás ir a jugar”…
2. Dale opciones: Si necesitas que tu niño se bañe, pregúntale si desea que le
ayudes o si lo hará solo. Al darle opciones a escoger, el pequeño “creerá” que
tiene el control y la libertad. Evitarás que te desobedezca porque le impusiste
una tarea.
3. Habla sin alzar la voz: Por más cólera que tengas porque tu niño no cumplió
con sus responsabilidades, no le grites. Aunque no lo creas, los límites
emitidos con un rostro suave y con voz suave le dará a entender que no tiene
otra salida que obedecer.
4. Dale órdenes en forma positiva: “Mi amor me ayudas a recoger los
platos de la mesa, por favor” es muy distinto a decir: “Mi amor lleva los
platos a la pila ya”… Todas las indicaciones deberás expresarlas con amor. Jorge
es tío de un niño de 5 años y cuenta que siempre que su sobrino debe cumplir
con una tarea, le dice que él le ayudará, pero que necesita de su ayuda
para lograrlo. En otras palabras, lo hace participe, y el pequeño se siente
útil.
5. No incumplas tus propias reglas: Las normas las imponen y son para
cumplirse. Si designas que el horario de almorzar es a las 12 medio día, tu
hijo deberá comer a esa hora. No es aceptable que antepongas lo que él desea.
6. Dale siempre explicaciones: Educar en valores implica explicarle a los
niños por qué existe el castigo, las consecuencias o las reglas. Responder con
un “porque sí” no es válido. Dale una explicación en pocas palabras: “No tires
la comida porque hay muchos niños con hambre”, “deja de decir malas palabras,
porque mamá se pondrá muy triste”…
7. “No eres malo”: Al ser madre necesitas aprender a decirle a tu hijo que él
no es malo, su mala conducta sí. Nunca rechazes a tu pequeño por una travesura
o mal comportamiento.
8. Cuida tu temperamento: Mamá, no dejes que tu enojo o falta de control te
hagan cometer una injusticia. Primero cálmate, respira profundo y, luego,
corrige con disciplina positiva. No te causes dolor a ti misma. Evita gritarle
a tu niño, pero mantén tu firmeza como mamá.
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