SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 10 de agosto de 2019

¿Existen los peces voladores? ¿porque no se los ve volando sobre las playas?

Uno de los peces más curiosos del mundo marino es el conocido como pez volador, famoso por su capacidad de sobrevolar los océanos durante cientos de metros. Pertenece a la gran familia de peces exocétidos (Exocoteidae), donde podemos encontrar más de 70 tipos de especies divididas entre siete o nueve géneros distintos que aún están por determinar.

El pez volador tiene una constitución en forma de torpedo aerodinámicamente perfecta para alcanzar grandes velocidades. Sus grandes aletas pectorales, junto con sus aletas pélvicas, permiten a estos peces salir del agua y sobrevolar el aire durante un tiempo relativamente largo.
Otra característica que destaca en esta especie son sus ojos planos, que al parecer les sirven para ver fuera del agua. Normalmente, el pez volador no mide más de 30 centímetros, pero hay que tener en cuenta que la morfología puede ser muy diferente entre las diferentes especies de peces voladores.

El Cheilopogon exsiliens que habita a lo largo de toda la costa oeste del Atlántico o el Exocoetus volitans, que se distribuye en aguas tropicales y subtropicales, son algunas de las especies con las aletas más grandes, llegando a ser estas del mismo tamaño que todo su cuerpo.
Los investigadores distinguen dos tipos generales en este animal en base al desarrollo de sus aletas o “alas”. Por un lado, hay especies de “dos alas” que son aquellas que poseen las aletas pectorales muy desarrolladas y por otro lado, tenemos especies de “cuatro alas” tienen tanto las aletas pectorales como las pélvicas muy fuertes y amplias

Vuelo


En realidad, los peces voladores no vuelan, sino que planean en el aire. Los investigadores creen que los Exocoteidae han evolucionado y desarrollado estas características morfológicas que les permiten planear para escapar de sus depredadores, que no son pocos.
El atún, la caballa o el pez espada, son algunas de las especies de una larga lista de animales que los acechan. Además, paradójicamente, al salir del agua los peces voladores también son presas de aves más grandes que se alimentan de ellos.

Para poder volar, deben alcanzar una gran velocidad en el agua, hasta unos 60 kilómetros por hora. Se dirigen hacia la superficie y despliegan entonces sus aletas pectorales, mientras que con la cola aún en el agua la agitan para impulsarse aún más.
Tras esto, estos peces podrán alcanzar una altura de varios metros y planear en el aire hasta un tramo de 200 metros. Una distancia nada desdeñable teniendo en cuenta que carecen de alas. Para lograrlo, los peces voladores son capaces de agitar su aleta caudal más de cincuenta veces en un segundo.

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