SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 8 de octubre de 2022

SABADOS y DOMINGOS dediquémoslos a la BELLEZA y el REGOCIJO de las cosas espirituales, hoy la fascinante Biblioteca en Yale, dedicada a libros raros e incunables.

 

La Beinecke Rare Book & Manuscript Library es como un joyero lleno de historia. Se encuentra en el campus de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut y puede albergar 180,000 volúmenes en su torre central y más de un millón en sus estanterías subterráneas.



Se ha convertido en un importante centro de investigación para estudiantes y profesores de la Universidad de Yale, así como para académicos de todo el mundo ya que cuenta con piezas como la Biblia de Gutemberg, el primer libro importante impreso con tipos móviles.



La colección se remonta a finales del siglo XIX, cuando los libros raros de Yale se guardaban en lo que ahora es Dwight Hall, más tarde, a principios del siglo XX se empezó a construir la Biblioteca Sterling Memorial en la que se dedicó una sala completa a los libros y manuscritos raros. Pero cuando finalizó la construcción en 1930, la sala se había quedado pequeña debido a la multitud de aportaciones de obras impulsadas por el profesor de inglés Chauncey Brewster Tinker entre sus alumnos.





En 1958 se decidió que los volúmenes de la colección debían tener un hogar propio y gracias a la aportación económica de la familia Beinecke se creó la Biblioteca Beinecke de Manuscritos y Libros Raros.



En 1977, la biblioteca sufrió una plaga de escarabajos de la madera. Este escarabajo perforador de madera puede ser altamente destructivo para los libros y la biblioteca fue pionera en una forma no tóxica de garantizar la seguridad de los materiales, congelar cada volumen a -33 ° F (-36 ° C) durante tres días. Este método es ahora ampliamente aceptado como la mejor manera para preservar las colecciones especiales de todo el mundo y mantenerlas libres de plagas, la Biblioteca Beinecke congela todas las nuevas adquisiciones.



La Beinecke no sólo contiene manuscritos y libros impresos antiguos. También cuenta con archivos fotográficos, dibujos y correspondencia de algunos de los mejores artistas visuales y autores de la historia. Ezra Pound, Eugene O’Neill, Edith Wharton, Georgia O’Keeke y Alfred Stieglitz son solo algunos de los notables que tienen sus vidas documentadas a través de las colecciones en la biblioteca.


Recientemente renovado, el edificio reabrió sus puertas en 2016 para continuar su reinado como la principal biblioteca de colecciones especiales de los Estados Unidos.

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