SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 11 de octubre de 2015

Tendrán en cuenta las futuras autoridades nacionales y provinciales a estas más de 2.500.000 personas que viven en estado de humillación. Ya pasaron 2 años de este informe y nada se ha modificado.


¡Villas de Emergencia en Argentina! ¿Hay alguien preocupado y ocupado por un tema vergonzante para nuestro país y desgraciado para el pueblo que allí habita? Es un drama conocido, pero por primera vez hay números que lo reflejan en su magnitud: en la Argentina, más de 2,5 millones de personas viven en villas de emergencia o asentamientos irregulares, según un informe de la ONG Techo.
Las VILLAS en NUMEROS: El estudio, que abarca siete provincias que agrupan a más del 60% de los habitantes del país, relevó 1834 villas y asentamientos del área metropolitana, el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, el Alto Valle de Río Negro, Neuquén, Misiones y Salta, en los que viven 532.800 familias.

Sólo en los tres cordones del conurbano bonaerense se concentran 624 villas, en las que residen más de 1,2 millones de personas. La Matanza, con 89 villas, es el distrito con mayor cantidad de barrios carenciados del país. En la ciudad de Buenos Aires se contabilizaron 56 villas, en los que viven alrededor de 350.000 personas.
La organización Techo subrayó que los habitantes de estos barrios tienen serios inconvenientes para acceder a los servicios de electricidad, gas y agua potable. Además, viven en zonas más vulnerables y expuestas a las inclemencias naturales, inundaciones, incendios o ser campo fértil para los malviviente y los narcotraficantes.
Pasillos estrechos, no entran vehículos, ideales para el narcotrafico
que arrastra a nuestra familias a la peor desgracia.

El documento fue presentado durante 2013 en el Salón Azul del Congreso de la Nación ante diputados y senadores. Allí también se habló de los cuatro proyectos de ley que Techo elaboró sobre ésta temática, vinculados con la planificación territorial, regularización nominal, vivienda y producción social, y regulación del proceso de desalojo. "La información es un bien público, no es destructiva, sino que se puede usar para generar soluciones", opinó Ignacio Gregorini, director del Centro de Investigaciones de Techo. La ciudad de Córdoba suma 134 villas, en las que viven 21.300 familias. En toda la provincia hay 210, con diferentes grados de precariedad, habitadas por 28.600 familias.
En el Gran Rosario se detectaron 172 barrios de emergencia con 50.500 familias viviendo en ellos. En los sitios relevados de Salta se hallaron 147 y 18.500 familias; en Misiones (Posadas, Garupa y Fachinal), 72 y 15.800, y en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, 131 villas con 18.500 familias.

De acuerdo con el tipo de metodología implementada para el estudio, Techo trabajó con una definición operativa para delimitar el universo de la muestra. Estipuló que asentamiento "es un conjunto de ocho o más familias agrupadas o contiguas, en donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del suelo ni acceso regular a al menos dos servicios básicos, como agua corriente, energía eléctrica con medidor domiciliario o red cloacal". Así se llegó a la conclusión de que en los siete sitios relevados había un total de 450 villas, 1260 asentamientos y 124 barrios populares informales.
¿Cuál es la diferencia entre los tres? "Por villa se entiende un barrio que no tiene manzanas, con diferentes grados de hacinamiento y precariedad y una trama urbana irregular", explicó Juan Manuel D'Attoli, director nacional de relevamiento de Techo durante la presentación.
"Los asentamientos -continuó- fueron conformados por diferentes estrategias de ocupación del suelo; y los barrios populares se originaron con la intervención del Estado a partir de loteos. Los tres tienen los mismos problemas de precariedad."
¡Quien hizo el relevamiento? En la elaboración del proyecto colaboraron profesionales del instituto Gino Germani, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad de General Sarmiento, la Universidad Torcuato Di Tella, la Universidad Católica Argentina y el Servicio Habitacional y de Acción Social de Córdoba. El trabajo de campo lo realizaron 700 voluntarios.

Otro de los aspectos en los que se enfoca el documento de Techo es la escasa accesibilidad de los vecinos a los servicios básicos. Dicho ítem fue el más mencionado en el 56% de los asentamientos o villas. Lo siguieron la inseguridad (35%), la falta de pavimentación (33%) y la falta de alumbrado público (26%).
Dentro de los siete territorios relevados, en el 60% de los barrios predomina una mayoría de viviendas con conexión irregular a la red de energía eléctrica. En el 65% las casas están provistas de pozo ciego para la eliminación de excretas y sólo en el 5% prevalece la red cloacal. Un déficit similar aparece en el acceso al agua potable. En el 62% de los sitios reina la conexión irregular a la red y un 10% cuenta mayoritariamente con agua corriente. Además, en un 90% de los barrios humildes el método de calefacción más utilizado es la garrafa.

El informe dice que un 64% de los asentamientos se inunda cuando llueve. La mayoría están situados cerca de un río o curso de agua. En un 29% de los barrios se registró, al menos, un incendio en los seis meses anteriores al relevamiento. En el 30%, cuando se los requiere, los bomberos no ingresan a los lugares porque las calles no están en condiciones.

La villas en nuestro país comenzaron tímidamente con la crisis del año 1930, allí nació la primera villa de emergencia hace 85 años, se llamo “Villa esperanza” y aun esta vigente.

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