No a
los sacerdotes que se dejan llevar por las modas. Es uno de los consejos que
ofreció el Papa Francisco a los participantes en el curso anual de formación de
los nuevos obispos promovido conjuntamente por la Congregación para los
Obispos y la Congregación
para las Iglesias Orientales.
“El mundo está cansado de
seductores mentirosos. Y me permito decir: de sacerdotes a la moda o de Obispos
a la moda. La gente se da cuenta – el pueblo de Dios tiene la percepción de
Dios – la gente se da cuenta y se aleja cuando reconoce a los narcisistas, los
manipuladores, los defensores de sus propias causas, los promotores de banales
cruzadas”, dijo con firmeza.
El Papa los invitó a hacer
pastoral la misericordia a través de su ministerio, es decir a hacerla
“accesible, tangible, encontrable”.
“Dios sabe realmente
quienes somos y no se asusta de nuestra pequeñez…Hoy en día muchos se camuflan
y se esconden. Les gusta construir personajes e inventar perfiles…No soportan
el escalofrío de saberse conocidos por Alguien que es más grande y no
desprecia nuestra pequeñez, que es más santo y no nos reprocha
nuestra debilidad, que es verdaderamente bueno y no se escandaliza de nuestras
llagas. Que no sea así para vosotros: dejad que os recorra ese
escalofrío, no lo remováis, ni lo acalléis”.
El Papa les pidió que el
único tesoro que “no dejéis que se corroa en vosotros es la certeza de que
no estáis abandonados a vuestras fuerzas”. “Sois obispos de la Iglesia, partícipes de un
único episcopado, miembros de un Colegio indivisible, injertados
firmemente como sarmientos humildes en la vid, sin la cual nada podéis hacer”.
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