Aceitar: Sobornar. / Afilador: Cortejante. / Agachada: Deslealtad, vileza.
/ Ana-Ana: Por mitades. / Azotea: Cabeza ; tener gente
en la azotea ; facultades mentales alteradas. /
Betún: Soborno. / Bisagra:
Alcahuete. / Boleta: Hacer
boleta, matar / Brilllos:
Alhajas. / Cadenero:
Proxeneta. / Dar dique:
Engañar con falsas apariencias. / Guitarrear:
Improvisar con desconocimiento total. /
Hilo: Teléfono.
Desde el 2000, todos los
5 de septiembre se celebra en Buenos Aires el Día del Lunfardo. Por iniciativa
del periodista Marcelo Héctor Oliveri, miembro de la Academia Porteña
del Lunfardo, la fecha conmemora el día de publicación de “Lunfardía”, libro de
José Gobello, cuya primera edición en 1953 impulsó la valorización y el interés
lingüístico de la jerga popular.
El
origen del habla popular de la
Argentina debe buscarse en las zonas marginales de la
sociedad de fines del siglo XIX, específicamente en los sectores del hampa
porteño. No es casual, entonces, que los primeros estudiosos de la jerga fueran
funcionarios policiales (como Dellepiane o Fray Mocho) y tampoco que se la haya
definido como una “lengua de los delincuentes”.
La
palabra “lunfardo” tendría su origen en el gentilicio “lombardo”, término que
llegó a ser sinónimo de ladrón porque los lombardos fueron, en el siglo XVIII,
usureros y prestamistas, actividades por entonces impopulares. En esta línea,
José S Álvarez “Fray Mocho”, en sus “Memorias de un vigilante”, menciona el
“Mundo Lunfardo”, para citar un catálogo de actitudes delictivas de su tiempo.
Entre
1933 y 1953, la jerga sufrió un ataque de sectores conservadores de la
sociedad, que rechazaban su transmisión en el medio radiofónico. Esta
proscripción, cuyo momento más fuerte fue en 1943, hizo que muchos tangos
tuvieran que cambiar sus letras y títulos: “El bulín de la calle Ayacucho”, con
letra de Celedonio Flores pasó a llamarse “Mi cuartito”. La medida, tanto
autoritaria como mediocre, causó la mofa de los sectores medios y populares,
para quienes el tango en lunfardo era un exitoso producto cultural de consumo
cotidiano.
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