Es muy
importante comer bien y sano pero muchas veces nos resulta más costoso. Es
cierto esto, pero solo en el caso que nos tome por sorpresa. Si planificamos
nuestro menú semanal para la casa como para el trabajo, les aseguro que vamos a
lograr el objetivo de comer bien sin gastar tanto.
Lo más importante es organizarse, por esto les vamos a ofrecer algunos datos para comenzar a planificar nuestro menú.
Planificar un menú semanal: es la mejor forma de ahorrar y comer variado.
Lo más importante es organizarse, por esto les vamos a ofrecer algunos datos para comenzar a planificar nuestro menú.
Planificar un menú semanal: es la mejor forma de ahorrar y comer variado.
Registro
de los alimentos: teniendo conocimiento de los alimentos que tengo a
disposición es más fácil resolver el menú.
Armar
recetario saludable de comidas: es importante hacer un listado de las
comidas que habitualmente comemos, las que nos gustan más y las que podemos
reemplazar por comidas más saludables para mejorar la calidad del menú.
Preparar
mayor cantidad para luego freezar: esta es una forma de aprovechar el
tiempo y tener resulta la comida fuera de casa.
Comida
casera: es la base del cambio, porque de esta forma evitamos ingerir
conservantes, grasas, y demás productos innecesarios y perjudiciales para la
salud.
Cortes de carne más económicos: en la
actualidad las recetas que incluyen carne roja resultan más costosas por el
aumento de los precios. La solución que proponemos es la compra de cortes más
económico. Solo debemos quitar excesos de grasa e incluirla una o dos veces a
la semana. También podemos incorporar otro tipo de carnes como la de pollo y la
de cerdo.
Legumbres: habitualmente no están
incluidas en nuestro menú pero son fuentes de hidratos, tienen alto valor
proteico, alto contenido de fibra, aportan gran saciedad, son fuente de hierro,
aportan gran cantidad de minerales y son económicas por lo que resultan ideales
para tenerlas en cuenta en nuestras preparaciones.
Arroz integral: a diferencia del arroz
común, el integral no está sometido a ningún tipo de refinamiento o proceso
químico, aportando mayor calidad nutricional a nuestro menú.
Frutas y verduras: si bien hoy día es más
costosa una dieta a base de este tipo de alimentos, podemos utilizar nuestro
ingenio para incorporarlas. Debemos consumir los productos de temporada, que
son más saludables y más económicos. Realizar las compras en ferias o mercados
donde conseguiremos productos más frescos y a un menor precio.
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