SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 13 de septiembre de 2016

Un día como hoy de 1810 se creaba la Biblioteca Publica de Buenos Aires.

Un poco de Historia: Desde hacía algunas décadas, Buenos Aires había dejado de ser aquel poblado tranquilo y poco transitado. En los primeros años del siglo XIX, las invasiones inglesas y las novedades que llegaban desde España, ligadas a una realidad social y económica que se dinamizaba, habían comenzado a trastocar aquella calma. Bien entrado 1810, desatada la guerra contra el orden establecido, destacadas figuras de la elite criolla procuraron revertir la peligrosa tendencia que inclinaba a los jóvenes hacia la carrera de las armas descuidando su educación.
Ayer y hoy del templo de los libros argentino

Así lo evidencia esta resolución de la Primera Junta de Gobierno, que alertando sobre la excesiva concentración de jóvenes en las tareas de guerra, creaba la Biblioteca Pública de Buenos Aires el 13 de septiembre de 1810.
Esta iniciativa estaba relacionada con otras impulsadas por Mariano Moreno, como la creación de un órgano de publicidad de la JuntaLa Gazeta de Buenos Aires- y la traducción y edición de El Contrato Social, de Jacques Rousseau. La  primera sede de la Biblioteca Pública, antecedente de la Biblioteca Nacional, se ubicó en las actuales calles de Moreno y Perú.

Fragmento del Decreto de la creación de la Biblioteca Pública, Primera Junta de Gobierno, publicado en la Gaceta de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1810.

“Los pueblos compran a precio muy subido la gloria de las armas; y la sangre de los ciudadanos no es el único sacrificio que acompaña los triunfos: asustadas las Musas con el horror de los combates huyen a regiones más tranquilas, e insensibles los hombres (…) descuidan aquellos establecimientos que en tiempos felices se fundaron para cultivo de las ciencias y de las artes. Si el magistrado no empeña su poder y su celo en precaver el funesto término a que progresivamente conduce tan peligroso estado, a la dulzura de las costumbres sucede la ferocidad de un pueblo bárbaro, y la rusticidad de los hijos deshonra la memoria de las grandes acciones de sus padres. (...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario