El 7 de febrero de 1971 se apagaba la vida de Jorge
Martín Furt, el hacedor de la biblioteca de la Estancia "Los
Talas", podría resumirse. Pero su vida fue mucho más que eso.
Había nacido en Bueno Aires el 20 de mayo de 1902 en
la misma casa donde había nacido su padre en 1864. Estudió en el Colegio
Lacordaire de los Dominicos. Se inició en Medicina y en Derecho, luego en
Filosofía y Letras, carreras que cursó con más continuidad intuyendo que su
pasión estaban fundamentalmente en los libros. También le interesaron
Arqueología y Antropología.
Al perder a su madre cuando tenía 14 años, pasó gran parte de la infancia y de la adolescencia con los dominicos y cuando no iba de vacaciones a Córdoba, su destino estaba en
Tuvo un padre serio y remoto que forjaron también su
personalidad. Pero los días en "Los Talas" lo fueron atrapando sin
saber quizás que estaban formando un patrimonio cultural tan extenso como de
valor incalculable.
Además, en 1926 viajó a Europa becado por el Ministerio de Educación. En Italia, realizó el relevamiento de las ruinas de Pompeya y de los ficheros dela Biblioteca Vaticana donde hizo una amistad con
Pedro Alvareda quien luego sería cardenal.
Además, en 1926 viajó a Europa becado por el Ministerio de Educación. En Italia, realizó el relevamiento de las ruinas de Pompeya y de los ficheros de
Durante los tres años que permaneció
en el "Viejo continente", viajó por Francia, estuvo en Versailles y
una madrugada de 1925 quedó admirado con la Catedral de Chartres, la ciudad que se
"hermanó" con Luján este año.
En Turín, siguió estudiando Literatura y en Nápoles
indagó en el folklore para perfeccionar sus conocimientos en guitarra.
A su regreso al país, formó parte del Instituto de
Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional
de Bueno Aires, para 1934 ser nombrado director de la Biblioteca de
Publicaciones de la
Asociación Cultural Ameghino en Luján y presidente de la
misma hasta 1939, al tiempo que sostuvo con su peculio el "Boletín"
de la Asociación. En
1938 integró la
Asociación Folklórica Argentina, en 1960 fue vice director
primero y después director –por fallecimiento de don Enrique Udaondo- del
entonces llamado Museo Colonial e Histórico de la Provincia de Buenos
Aires y en 1966 fue miembro de la Academia Argentina de Letras.
Fue básicamente un humanista, un escritor que comenzó
a los 21 años con el oficio de las letras, salvó un patrimonio compuesto por
libros, cuadros y colecciones de la indiferencia, el olvido o de las
expatriaciones. Heredó bienes y adquirió el archivo de Juan Bautista Alberdi,
la biblioteca de Chaneton y parte de la de Tiscornia. También fue un prolífero
editor reuniendo así una obra intelectual tan vasta como compleja.
Aunque la literatura oficial de nuestro país durante
años prácticamente lo ignoró, Jorge Martín Furt fue, como lo definió en EL
CIVISMO María Adela Luchetti de Monjardín, "un argentino trascedente".
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