Un estudio toxicológico sorpresivo realizado a integrantes de la Policía Bonaerense que estaban de guardia dio como resultado que de 723 casos analizados, 22 habían consumido drogas, es decir, un tres por ciento.
Los análisis se realizaron en 14 dependencias de Avellaneda, Quilmes y La Plata, y en 12 casos los policías habían consumido cocaína, en ocho marihuana y en dos psicofármacos.
El test es obligatorio tras lo dispuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal en abril de 2017.
En los casos que se detectaron a policías que consumen estupefacientes, se tomaron las siguientes medidas: se les dio carpeta médica, se les quitó el arma reglamentaria y deben realizar un tratamiento por sus adicciones.
El ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, dijo que “estos resultados se conocen porque hubo un gobierno que implementó estos análisis y son parte de la transparencia”.
Ritondo recordó también que tanto él como el comisario general Fabián Perroni, el jefe de la fuerza, y Guillermo Berra, el titular de Asuntos Internos, “fuimos los primeros en inaugurar el sistema que busca prevenir el consumo de drogas dentro de la policía porque quienes tomamos decisiones no podemos estar involucrados con los problemas; lo que se pretende es garantizar a los ciudadanos que, cuando están frente a un agente de seguridad, tengan la certeza de que no está bajo los efectos de una sustancia”.
Según los funcionarios de la Dirección General de Asuntos Internos consultados, los análisis toxicológicos sobre la mayor fuerza de seguridad del país serán continuos y se harán “de manera sorpresiva”
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