Llamada también la enfermedad del olvido: Muchas personas recientemente diagnosticadas con la
enfermedad de Alzheimer pueden haber sentido por algún tiempo que "algo no
está bien." Puede ser que se han vuelto más olvidadizas, que fácilmente se
desorientan, tienen lapsos inesperados en el juicio, o experimentan cambios
inusuales de humor y emociones. Estos pueden ser signos tempranos de demencia,
pero también pueden ser signos de depresión u otras afecciones tratables.
Además, algunas demencias son causadas por la deshidratación, reacciones
farmacológicas, hipotiroidismo, infección u otros problemas físicos y pueden
revertirse.
Un médico, a través de una examen completo, puede descartar otras
condiciones similares, como parecidos a los síntomas de Alzheimer.
Algunos síntomas
tempranos de la enfermedad de Alzheimer incluyen confusión, disturbios en la
memoria de corto plazo, problemas con la atención y la orientación espacial,
cambios de personalidad, dificultades de lenguaje y cambios de humor
inexplicables.
En promedio, las
personas con Alzheimer viven de 8
a 10 años después del diagnóstico, pero esta enfermedad
terminal puede durar hasta por 20 años.
En todas las etapas, los síntomas
generalmente se relacionan con el deterioro progresivo de los procesos mentales
y la función de la memoria, problemas de comunicación, cambios de personalidad,
conducta errática, la dependencia y la pérdida de control sobre las funciones
corporales.
Etapa 1
(leve): Temprano en la
enfermedad, las personas con Alzheimer tienden a ser menos enérgicas y
espontáneas. Muestran pérdida mínima de la memoria y cambios de humor, y son
lentos para aprender y reaccionar. Ellos se hacen aislados, evitan la gente y
nuevos lugares y prefieren lo familiar. Los individuos se confunden, tienen
dificultades para la organización y planificación, se pierden fácilmente y ejercen
un pobre juicio. Ellos pueden tener dificultad para realizar las tareas de
rutina, y tienen dificultad para comunicarse y comprender material escrito. Si
la persona está empleada, la pérdida de memoria puede comenzar a afectar el
rendimiento en el trabajo. Ellos pueden convertirse en personas enojadas y
frustradas.
Etapa 2
(moderada): En esta etapa, la
persona con la enfermedad de Alzheimer es claramente convirtiéndose en
discapacitada. Los individuos pueden todavía realizar tareas simples
independientemente, pero pueden necesitar la ayuda con actividades más
complicadas. Ellos olvidan los acontecimientos recientes y su historia
personal, y cada vez son más desorientados y desconectados de la realidad.
Memorias de un pasado lejano puede ser confusas con el presente, y afectan la
capacidad de la persona para comprender la situación actual, fecha y hora.
Ellos pueden tener problemas para reconocer personas familiares. Aumentan los
problemas del habla y comprensión, la lectura y la escritura son más difíciles,
y el individuo puede inventar palabras. Ellos ya no pueden estar seguros solos
y pueden deambular. Los pacientes de la enfermedad de Alzheimer se hacen más
conscientes de esta pérdida de control, se pueden hacer depresivos, irritables
e inquietos o apáticos y aislados. Ellos pueden experimentar trastornos del
sueño y tienen más dificultad para comer, vestirse y asearse.
Etapa 3
(grave): Durante esta fase
final, la gente puede perder la capacidad para alimentarse a sí misma, hablar,
reconocer personas y el control de las funciones corporales. Su memoria se
agrava y puede llegar a ser casi inexistente. La atención constante es
típicamente necesaria. En un estado físico debilitado, el paciente puede llegar
a ser vulnerable a otras enfermedades y problemas respiratorios, sobre todo
cuando tiene que estar confinado a la cama.
La información vertida en esta nota no debe en modo
alguno sustituir el asesoramiento de un profesional medico calificado. Recordemos
que el saber nos hace libres y saludables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario