SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 24 de agosto de 2018

¿porque nos cuesta tanto dormir?

Se dice que una persona tiene insomnio cuando el tiempo que pasa durmiendo es inferior al 85% del que pasa en la cama.
Es uno de los principales problemas en la actualidad, padece este trastorno el 10% de la población. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres, así mismo, cuanto más edad tienen las personas, mayor es la probabilidad de que tengan dificultades a la hora de dormir, a partir de los 60 años suelen despertarse un mayor número de veces y tener el sueño más ligero.

Podemos distinguir entre dos tipos diferentes de insomnio:
Problemas en el inicio del sueño: el tiempo que la persona tarda en dormirse está claramente ampliado, es decir, desde que se introduce en la cama hasta que se queda dormido pasa un periodo superior de lo que sería normal: unos veinte minutos.
Problemas en el mantenimiento del sueño: 
Despertares durante el descanso: son pequeños despertares a lo largo de la noche con plena conciencia de haberlo hecho y preocupación por volverse a dormir.
Despertar precoz: sería la interrupción definitiva del sueño antes del periodo normal, el cual dura siete u ocho horas.
¿Cómo es el sueño normal?

Los científicos han estudiado el proceso del sueño, sobre todo desde los años 50, utilizando diferentes técnicas para medir las ondas cerebrales, la actividad muscular y los movimientos de los ojos. Gracias a estos avances se han podido describir las distintas fases por las que pasamos mientras dormimos:
Primer nivel: es la etapa del sueño ligero, en la que podemos despertar muy fácilmente, los ojos se mueven despacio, la respiración se hace irregular y los músculos se relajan.
Segundo nivel: se va cayendo en una fase más profunda, las ondas cerebrales se vuelven más activas.
Tercer nivel: el cerebro va reduciendo su actividad, son las llamadas ondas delta.
Cuarto nivel: se alcanza a la media hora. Es el descenso hacia el sueño más profundo, del cual es difícil despertar. Esta etapa dura unos 30 o 40 minutos. Después se vuelve al tercer, segundo y primer nivel en ciclos de, aproximadamente, hora y media. En un determinado momento se pasa a una fase totalmente diferente: REM.
Por qué no se duerme bien?
Es importante ver siempre si el insomnio está causado por trastornos de otro tipo, por ejemplo, depresión, ansiedad, estrés,... en este caso habrá que tratarlos primero aunque siempre se puede mejorar el descanso. También es posible que el problema se produzca porque desde un principio no hemos aprendido a dormir bien; esto puede solucionarse con la ayuda de distintas técnicas psicológicas.
Según las causas hay tres tipos de insomnio:
  • Fisiológico: se produce por exceso de estrés, ansiedad o tensión y el problema a la hora de dormir se da porque no hemos aprendido a hacerlo bien.
  • Idiopático: se desconoce la causa del trastorno, aunque eso no quiere decir que no exista
  • Error en la percepción del sueño: no es que duerman excesivamente bien, pero se quejan demasiado de la calidad del descanso, aunque suele ser suficiente.
En el insomnio fisiológico aparece ansiedad, es decir, preocupaciones concretas:
Anticipar que mañana se va a rendir poco en el trabajo, en casa, que se va a tener mal aspecto, por no poder dormir .
Pensar una y otra vez: "¿y si hoy ocurre lo mismo?", no saber que hacer con ese tiempo en que no se descansa, ver que se está nervioso y preocuparse más. 
También se dan circunstancias en el ambiente, por ejemplo, ruidos que la persona busca sin darse cuenta y además es sensible a ellos, indignándose porque se produzcan.
Por último, el mal aprendizaje también causa este tipo de problema:
  • Cuando se acuestan realizan otras actividades como ver la televisión, leer, etc.
  • Dormir en sitios diferentes: distintas habitaciones, viviendas, hoteles.
  • No irse a dormir según unas costumbres: a la misma hora, de la misma forma (temperatura adecuada en el dormitorio, lavarse dientes, poner despertador, beber un vaso de leche templada, etc.).
  • Consecuencias de la falta de sueño
    Cuando pasamos de cinco a diez días sin dormir aparecen temblores en las manos, doble visión, párpados caídos y una mayor tendencia a experimentar dolor, es decir, mayor sensibilidad.
    ¿Y cómo trabajamos? Si pasamos tres días en vela aún podemos hacer bien nuestras tareas si no son muy complicadas, y si no tenemos que aprender cosas nuevas.
    A más días sin dormir se pierde la capacidad de concentrarse, es difícil seguir trabajos más simples y no hay preocupación por no hacer lo que se debería. Por ejemplo, es bastante probable que una enfermera dé a sus pacientes bien la medicación, pero que no se ocupe de ir a las habitaciones para ver qué necesitan.
    La personalidad no cambia, pero sí se suele estar más irritado, confuso y desorientado. Aunque estas consecuencias parecen poco importantes, no es difícil pensar en otro tipo de problemas más graves, como el conductor que se sale de la carretera por una cabezada o el obrero que no presta atención y tiene un accidente con una máquina.
    Hemos visto el proceso de sueño normal, cuáles son los trastornos más frecuentes al dormir y cómo esclarecer si nos afecta hasta el punto de convertirse en un problema. Como dijo Lord Chesterfield, en 1748: "Una cena ligera, un buen descanso de noche y una mañana soleada han hecho un héroe de aquel hombre que con una indigestión, una mala noche y una mañana lluviosa hubiera sido un cobarde"

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