SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 30 de abril de 2019

¡PARA IMITAR! Una de las ciudades mas limpia, verde y bella del mundo.

Unos 200 voluntarios recorrieron este mes el barrio de Khatib (al norte de Singapur) en busca de basura.

Algunos encontraron un par de colillas de cigarros entre los arbustos. Otros encontraron un extraño pañuelo desechable abandonado sobre una mesa. Para ser honesto, este día de limpieza parecía algo inapropiado. Todo ya estaba limpio.
Ninguno de los voluntarios regresó con grandes bolsas de basura. Y esto es de esperarse en Singapur, pues el país asiático ha tenido durante mucho tiempo una obsesión con la higiene y la limpieza. Y este mes marca un gran hito en ese sentido: es el mes en que -50 años atrás- el primer ministro Lee Kuan Yew inició la campaña Keep Singapore Clean (Mantengamos a Singapur Limpia).

Aunque las campañas de limpieza ya eran comunes en el país para entonces, esta era diferente. Fue la primera vez que el gobierno usó multas como método de control social. Sin lugar a dudas, Singapur es limpio. Pero no por las razones que quizás estás pensando.
A lo largo de los años 70 y 80 hubo muchas campañas similares. El objetivo no era solo hacer la ciudad más agradable. Una ciudad más limpia, pensaba Kuan, crearía una economía más fuerte.

"Estos estándares mantendrán la moral alta, la tasa de enfermedad baja y, por lo tanto, crearán las condiciones sociales necesarias para un mayor crecimiento económico en la industria y en el turismo. Esto contribuirá al bien público y al beneficio personal de todos ", dijo.
Y efectivamente, en todos estos aspectos Singapur ha tenido éxito. La esperanza de vida ha aumentado de 66 a 83 (que es la tercera mejor a nivel mundial).

En 1967, las llegadas de turistas fueron un poco más de 200.000 en comparación con unos 10 millones en los tres primeros trimestres de 2018.
La inversión extranjera directa se disparó de US$93 millones en 1970 a US$39 mil millones en 2010. El país es ahora el quinto mayor receptor de inversión extranjera directa, recibiendo US$66.000 millones en 2017.

Una cultura de multas

Las tiendas de descuentos y souvenirs en Singapur a menudo venden camisetas que dicen: "Singapur: una ciudad hermosa", seguida de una lista de cosas por las que puede ser multado.
Con este tipo de cosas los singapurenses tienen más probabilidades de poner los ojos en blanco que reírse.
Singapur tiene la costumbre de prohibir el comportamiento indeseable de sus ciudadanos y hacer cumplir cada prohibición con sanciones económicas.
La campaña de 1968 "Mantengamos a Singapur Limpia" fue la primera en intentar moderar el comportamiento de los ciudadanos mediante multas. Desde entonces, el país ha adoptado multas con gusto.
Normalmente, las autoridades emiten decenas de miles al año por tirar basura. La multa mínima es de US$217.

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