SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 31 de agosto de 2024

Fabula infantil del “ÁRBOL de los DESEOS”, celebrando la semana del ÁRBOL.

 

En un lejano bosque, existía un árbol muy especial conocido como 'El árbol de los deseos', este árbol mágico era el guardián de los sueños y deseos de todos los habitantes del bosque.



 

Sus enormes ramas se alzaban hacia el cielo, cubiertas de hojas brillantes que parecían destellos de luz. En el tronco del árbol, se podían ver inscripciones de antiguos deseos concedidos.

 

Todos los años, en una noche de luna llena, el árbol concedía un deseo a una persona de buen corazón. Y así, la leyenda del árbol de los deseos se transmitía de generación en generación. - En un hermoso pueblo cercano al bosque, vivía una niña llamada Valentina.

 

Valentina era una niña muy curiosa y soñadora. Siempre se preguntaba qué desearía si alguna vez tuviera la oportunidad de pedir un deseo al árbol de los deseos.

Un día, mientras exploraba el bosque, Valentina se encontró con una mariposa muy especial que, según decía, podía guiarla hasta el árbol de los deseos. Sin dudarlo, Valentina siguió a la mariposa hasta llegar al pie del árbol mágico.

 

La mariposa le explicó que el árbol solo concedía un deseo por año, y que solo las personas de buen corazón podían pedir uno. Valentina no lo pensó más y decidió esperar pacientemente a que llegara la noche de luna llena. - Finalmente, llegó la noche tan esperada.

 

Valentina se acercó al árbol y, con voz clara y sincera, expresó su deseo: - 'Deseo que todos los sueños de los niños del mundo se hagan realidad'. En el preciso momento en que Valentina pronunció su deseo, el árbol comenzó a brillar con una luz resplandeciente.

 

Un viento suave y cálido recorrió el bosque, llevando consigo la semilla de los sueños de los niños. Al amanecer, Valentina descubrió que la semilla se había dispersado por todo el mundo, llevando consigo la posibilidad de hacer realidad los sueños más anhelados.

 

A partir de ese día, los niños de todas partes comenzaron a ver cómo algunos de sus más preciados deseos se hacían realidad.

Y Valentina, sabiendo que su deseo había sido concedido, siguió siendo la niña más curiosa y soñadora, siempre lista para explorar nuevos horizontes y hacer del mundo un lugar mejor con sus nuevos amigos del bosque y su fiel mariposa.

 

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