SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 15 de agosto de 2024

PENSAMIENTO POSITIVO: DEBEMOS DETENER YA EL DIALOGO INTERNO NEGATIVO.

 

El pensamiento positivo es fundamental para el manejo del estrés y mejorar sustancialmente su salud. (Mayo Clinic)

Los beneficios para la salud del pensamiento positivo

Los investigadores aún exploran los efectos del pensamiento positivo y del optimismo en la salud. Los beneficios para la salud que es posible que el pensamiento positivo proporcione incluyen los siguientes:



Aumento de la expectativa de vida

Tasas más bajas de depresión

Niveles más bajos de sufrimiento emocional y dolor

Mayor resistencia a las enfermedades

Mayor bienestar psicológico y físico

Mejor salud cardiovascular y menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares

Menor riesgo de muerte por cáncer

Menor riesgo de muerte por afecciones respiratorias

Menor riesgo de muerte por infecciones

Mejor capacidad de afrontar una situación difícil durante las dificultades y los momentos de estrés

Cómo enfocarte en el pensamiento positivo

Puedes aprender a convertir el pensamiento negativo en pensamiento positivo. El proceso es simple, pero requiere tiempo y práctica: en definitiva, estás creando un nuevo hábito. Las siguientes son algunas formas de pensar y comportarse de manera más positiva y optimista:

 


Identifica las áreas a cambiar. Si quieres ser más optimista y tener un pensamiento más positivo, primero identifica las áreas de tu vida en las que sueles pensar de forma negativa, ya sea el trabajo, tu trayecto diario al trabajo, cambios en la vida o una relación. Puedes empezar de a poco y centrarte en una de las áreas a las que debes darle un enfoque más positivo. Considera un pensamiento positivo para controlar tu estrés en lugar de uno negativo.

Evalúate. Cada tanto, durante el día, detente y evalúa lo que piensas. Si encuentras que tus pensamientos son mayormente negativos, trata de encontrar una manera de darles un giro positivo.

No olvides el sentido del humor. Permítete sonreír o reír, especialmente durante momentos difíciles. Busca el humor en situaciones cotidianas. Cuando uno puede reírse de la vida, se siente menos estresado.

Mantén un estilo de vida saludable. Trata de hacer ejercicio durante unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Incluso puedes dividirlo en intervalos de 5 o 10 minutos a lo largo del día. El ejercicio puede influir positivamente en el estado de ánimo y reducir el estrés. Mantén una dieta saludable para alimentar tu mente y tu cuerpo. Duerme lo suficiente y aprende técnicas para controlar el estrés.

Rodéate de gente positiva. Rodéate de personas positivas que te apoyen y en quienes puedas confiar para que te den consejos y opiniones útiles. Las personas negativas pueden aumentar tu nivel de estrés y hacerte dudar de tu capacidad para controlarlo de manera saludable.

Practica el diálogo interno positivo con uno mismo. Comienza siguiendo una simple regla: no te digas nada a ti mismo que no le dirías a otra persona. Sé amable y alentador contigo mismo. Si un pensamiento negativo ocupa tu mente, evalúalo en forma racional y responde con afirmaciones de lo que está bien sobre ti mismo. Piensa en las cosas por las que estás agradecido en tu vida.


Pon en práctica el pensamiento positivo

Diálogo interno negativo      Pensamiento positivo

Nunca antes lo hice.    Es una oportunidad para aprender algo nuevo.

Es demasiado complicado.    Lo abordaré desde un ángulo diferente.

No tengo los recursos. La necesidad es la madre de la invención.

Soy demasiado perezoso para hacer esto.        No lo pude incluir en mi agenda, pero puedo volver a examinar algunas prioridades.

No hay forma de que funcione.     Puedo intentar que funcione.

Es un cambio demasiado radical.  Me arriesgaré.

Nadie se molesta en comunicarse conmigo.    Veré si puedo abrir los canales de comunicación.

No voy a mejorar en esto.     Lo intentaré de nuevo.

Practicar el pensamiento positivo todos los días

Si tienes una actitud negativa, no esperes convertirte en un optimista de la noche a la mañana. Pero con la práctica y el tiempo, tu diálogo interno contendrá menos autocrítica y más autoaceptación. También puedes ser menos crítico con el mundo que te rodea.

 

Cuando tu estado mental es generalmente optimista, eres más capaz de manejar el estrés diario de una manera más constructiva. Esa capacidad puede contribuir a los beneficios para la salud ampliamente observados del pensamiento positivo.

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