Cuando nos sentimos preocupados, cuando nuestros
pensamientos dan vueltas, y cuando estamos apurados o estresados, echamos de
menos la sensación de paz interior que todos hemos experimentado alguna vez.
Pero, ¿qué es esa paz exactamente? El neuropsicólogo Rick Hanson enumera cuatro
tipos.
La paz del reposo. Tiene que ver con cómo nos
sentimos cuando estamos relajados y en calma, y es la que se logra al hablar
con un amigo de nuestros problemas, al mirar por la ventana en pleno día de
trabajo o al recibir buenas noticias luego de haber estado preocupados.
La paz de la tranquilidad. Se refiere a un
profundo silencio interior. Puede que alguna vez te hayas sentido de este modo
al meditar, al finalizar una práctica de yoga o al sentarte a orillas de un
lago. Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están serenos, sentimos una
libertad interior fabulosa.
La paz de estar consciente. Es más sutil,
pero no menos importante. Tiene que ver con la experiencia de concientizar lo
que ocurre en nuestra mente. Tal vez tuviste en algún momento la sensación de
estar preocupado y de sentir que tu mente circulaba rápidamente, como en una
carrera, pero, al mismo tiempo, notabas que una parte de ti solo observaba, sin
angustiarse.
La paz de lo inmutable. Mientras que la
mayoría de las cosas a nuestro alrededor se transforman, otras no lo hacen. Por
ejemplo, el hecho de que todo cambia, ¡no cambia! El acto bueno que hicimos
ayer, no desaparecerá. El recuerdo de nuestros abuelos permanecerá intacto. Y
si creemos en Dios, pues Él tampoco cambiará. Conectarse con la idea de que
algunas cosas son inmutables puede infundirte paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario