Dos científicos estadounidenses de primer nivel aseguran que la
secuenciación del genoma del Sars-Cov-2 sugiere
que salió de un laboratorio. Se trata de Stephen Quay,
CEO de la compañía biofarmacéutica Atossa Therapeutics, y Richard Muller, profesor de física en la
Universidad de Berkeley (California), que han publicado un ensayo en The Wall Street Journal en
el que explican que el nuevo virus contiene un segmento llamado CGG-CGG, que nunca se ha encontrado de forma
natural en ningún otro tipo de coronavirus.
Este
segmento se considera raro incluso en experimentos en los que se
manipula el virus. Según explican Quay y Muller, "un virus simplemente no
puede recoger una secuencia de otro virus si ésta no está presente en ningún
otro virus". Insisten en que "la combinación CGG-CGG nunca se ha
encontrado de forma natural" y, por tanto, el Sars-Cov-2 no podría haberlo
conseguido a través de la "recombinación", que es "el método
común de los virus para captar nuevas habilidades".
No
obstante, los investigadores reconocen que podría haber intervenido el azar y
que el virus hubiera adquirido esa secuencia a través de mutaciones. Pero, para
ellos, este hallazgo sería suficiente para determinar que el escape del laboratorio debería ser "la teoría principal sobre el origen del
coronavirus". En su opinión, esta hipótesis es plausible y merece una
mayor investigación.
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