SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 30 de marzo de 2013


El lavar los pies de los santos tiene una historia larga y documentada.
Jesús instituyó la ordenanza del lavatorio de pies inmediatamente seguido de la Última Cena.

Cristo nos dio un gran ejemplo en la Última Cena, lavando los pies de sus apóstoles. Nos enseñó que la labor del cristiano es ayudar a los demás con una actitud de servicio, amor y humildad. Hay que hacernos todo a todos para acercarlos a Cristo.


Mientras estaban cenando, Jesús se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ciñó una toalla, echó agua en una palangana y se puso a lavar los pies a sus discípulos (Jn. 13, 2-5). Un gesto de servicio porque ésta era una actividad reservada exclusivamente a los esclavos.
Jesús ha pasado su vida amando, sirviendo. Para Él, amar ha sido siempre mirar a la otra persona con ternura, viendo qué le hacía sufrir y a ayudarla a suprimir las causas de su dolor para que pudiera ser feliz.

                  
Ahora siente que debe llegar al fondo. Si ese amor, si ese servicio ha de llevarle a la humillación, al desprecio, a ser considerado un esclavo…¡qué así sea! No espera a que eso se produzca. El da el paso: se hace esclavo por amor.
Para un cristiano, el lavatorio implica tres cosas principales: servicio, amor y humildad.

El lavar los pies de los santos tiene una historia larga y documentada. Jesús instituyó la ordenanza del lavatorio de pies inmediatamente seguido de la Última Cena. Él no sólo instruyó a la Iglesia primitiva a lavarse los pies los unos a los otros, sino que también Él demostró el acto de esto por medio de Él lavar los pies de los apóstoles. Aunque la mayor parte de las organizaciones religiosas han hecho a un lado el mandato de observar el lavatorio de pies, La Iglesia de Dios continúa sosteniendo esta ordenanza como una doctrina bíblica prominente y recomienda que después de la Santa Cena inmediatamente se lleve a cabo el Lavatorio de Pies siempre y cuando sea posible.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario