SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 18 de diciembre de 2020

MAS INTOLERANTES Y MALVADOS: La Línea 144 recibió 53 mil llamados por violencia de género en 2020, un 21% más que el año pasado-

 

A más de nueve meses desde el inicio de las medidas para prevenir el contagio del coronavirus hay una tendencia que se mantiene: la cantidad de llamados que recibe la Línea 144, que asesora y contiene de manera confidencial y gratuita a mujeres víctimas de violencia de género, sigue mostrando un incremento preocupante.



Entre enero y octubre recibieron la misma cantidad de llamadas que en todo el 2019 mientras que en el período de aislamiento y distanciamiento social por COVID-19, el aumento fue del 53 por ciento.

La Dirección General de la Mujer del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño es la dependencia que registra los llamados referidos a distintos tipos de violencia de género en el período de pandemia. Las cifras que manejan aterran: el 44% de los llamados fueron por violencia psicológica, el 27% por violencia física, el 12% por violencia económica y patrimonial, el 13% por violencia simbólica y el 5% por violencia sexual.

Del otro lado del teléfono: el relato de una operadora de la Línea 144

La línea telefónica gratuita que asiste a mujeres, niñas, niños y adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires y deriva a los servicios de la Dirección General de la Mujer es atendida por 36 operadoras especializadas durante las 24 horas los 365 días del año.



Para garantizar la atención gratuita y confidencial, y cumplir con el distanciamiento físico de los trabajadores y trabajadoras, se realizó un sistema de enrute de la línea 144 a celulares de los operadores, para que puedan trabajar desde sus casas. Además, se han reforzado la cantidad de personas capacitadas para la atención de la central de llamadas.

Emilia, operadora social desde 2014, trabaja en la Dirección General de la Mujer desde hace casi 10 años. Al hablar sobre su labor cotidiana asegura que “la intención es que la mujer no se sienta sola, que sepa que hay un operador a disposición, una escucha permanente las 24 horas ante cualquier situación y que la vamos a acompañar en lo que necesite”, afirmó.



Las Unidades Convivenciales tienen por objetivo brindar alojamiento y atención integral a mujeres y sus hijas e hijos, sin red de contención, que hayan atravesado situaciones de violencia doméstica y/o sexual. También les ofrecen vestimenta, alimentación, acompañamiento individual y grupal a mujeres, niñas y niños alojados, asesoramiento y patrocinio jurídico gratuito, asistencia psicológica a través de los Centros Integrales de la Mujer (CIM), actividades recreativas, articulación con los sistemas de salud y educación para la atención de las personas alojadas.

Los dispositivos de alojamiento son las dos Casas de Medio Camino “Margarita Barrientos” y “Juana Manso” y el Hogar para mujeres adolescentes “Eva Duarte”. También los dispositivos de Resguardo ante Situaciones de Alto Riesgo como el Refugio “Mariquita Sánchez” y el Refugio para mujeres víctimas de trata “Tita Merello”.

Durante el período de ASPO, abrieron un espacio de resguardo para casos de bajo riesgo en el Club Nueva Chicago, en Mataderos. Allí se alojaron 10 mujeres y 23 niños/as.

El programa brinda información, orientación, contención, asesoramiento y tratamiento psicológico grupal en situaciones de violencia masculina intrafamiliar.

Durante el período del ASPO se brindaron 1699 prestaciones, hubo 108 admisiones, 42 entrevistas de orientación y participaron más de 200 varones dentro de los grupos de asistencia todos los meses.

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