Sábado 22 de noviembre de 2025: Como siempre
regresar allí es en extremo emotivo, donde Juan Gelman, Francisco Paco Urondo,
Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, entre otros, llenaron con sus voces tamaño
claustro, la casona sigue intacta, solo vean las imágenes.
En fechas próximas que anunciare estaré allí
leyendo mis trabajos como hace años, en esta ocasión deje junto a otros
poemarios, sobre el emblemático piano negro uno de mis libros “20 Poesías y una
Flor para El Triunfo”, (mi pueblo natal) luego de charla y café más dialogo
casi inteligible con turistas del mundo allí presentes, me dirigí a la Plaza de
San Telmo a unas pocas cuadras, antes conocida como mercado de pulgas, llamados
así estos encuentro de artistas y artesanos en casi todo el mundo.
Además tenía una cita con Melisa, una amiga
bailarina de tango de Rosario que enaltece nuestra cultura tanguera, que baila
para los turistas y locales bellísimos tangos y milongas muy aplaudidas por la
calidad de su arte, Melisa había prometido enseñarme algunos cortes y
quebradas, “dándome cuenta que debo dedicarme a la literatura”, pero fue bello
tomarnos una cerveza y charlar.
Además visite a Alejandro, un bandoneonista
destacado que cultiva y comparte su estremecedora música tanguera con el público
ocasional que vista la emblemática plaza, visitada por el mundo, (allí parecía
la torre de Babel, mil lenguas se oían), mientras Alejandro recogía con su
gorra jugosas y merecidas gratificaciones por su arte, y con el apoyo de su
genio y bandoneón leí “SOY el BANDONEON” de mi autoría, por suerte muy
celebrado por el público que se detenía ocasionalmente.
Un poco de historia del CAFÉ la POESÍA: HOY
SITIO OFICIAL de TURISMO de la CIUDAD de BUENOS AIRES, visitado por artistas del mundo; Su historia
comienza en 1982, cuando el poeta Rubén Derlis inauguró en la esquina de Chile
y Bolívar el Café La Poesía. El escritor Derlis perteneció a la
Generación del ’60 y en seis años convirtió al bar en un ámbito de referencia
para este movimiento que tuvo a Juan Gelman, Francisco Paco Urondo, Olga
Orozco, Alejandra Pizarnik, entre otros, como los exponentes de mayor
influencia de aquella corriente. También congregó a la nueva generación
de poetas empujados por la naciente democracia. Fue un lugar de referencia
indiscutida de la época.
Durante los seis años que siguieron hasta su
cierre, el Café La Poesía fue sede de la bohemia artística de San Telmo, el
barrio favorito de los intelectuales. Aquí se fundó el Grupo de los Siete y fue
el lugar de encuentro de UNCIPAR, Unión de Cineastas de Paso Reducido. Además
se llevaron a cabo el ciclo “Poesía Lunfarda” y los distintos encuentros de
literatura policial y de jazz, además de talleres de narrativa y poesía.
En una de sus mesas, Horacio Ferrer (Ciudadano
Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires desde 1992 y de la de Montevideo a partir
de 2002) conoció a Lucía Michelli, a quien le escribió un poema llamado Lulú,
que más tarde sería transformado en vals por Raúl Garello. Sus primeros versos
rezan: ¿Te acordás del café La Poesía /esa mágica noche en San Telmo?/ Buenos
Aires urdió nuestro encuentro, / tan romántica y dulce Lulú. En la primera mesa
entrando por la esquina, mano derecha al lado de la ventana, una chapa corona
la madera con la dedicatoria a esta eterna pareja.
Después de varios años de negocios que no
prosperaban, en 2008 el Café La Poesía reabrió sus puertas en la misma esquina
porteña y con las mismas características.




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