** PRESTAR ATENCIÓN: La
gripe aviar altamente patógena H5N1 se transmite al ser humano, principalmente
a través del contacto cercano con aves infectadas o con superficies contaminadas, pero es un contagio poco frecuente y hasta la
fecha no se ha demostrado que se transmita de manera eficiente entre personas.
El riesgo de infección para humanos es bajo, pero quienes trabajan o viven
cerca de aves de corral deben tomar precauciones, como una higiene adecuada y
evitar el contacto con animales enfermos o muertos.
La
multiplicación de brotes en aves de corral y silvestres en varios países
europeos encendió las alarmas sanitarias. Gobiernos nacionales y autoridades
comunitarias intensifican medidas de bioseguridad y vigilancia para evitar una
expansión mayor.
Europa enfrenta
un nuevo ciclo de tensión sanitaria tras el avance de la gripe aviar
altamente patógena H5N1, que registra cientos de detecciones en aves
domésticas y silvestres en más de treinta países del continente. La situación,
que se intensificó entre fines de 2024 y 2025, obligó a varios gobiernos a
reforzar protocolos y elevar los niveles de alerta.
Francia incrementó su
clasificación de riesgo a "alto" luego de la confirmación de
nuevos casos, lo que implicó la obligatoriedad de mantener a las aves bajo
techo para evitar el contacto con fauna migratoria. Polonia, uno de los
principales productores avícolas de Europa, adoptó una batería de
medidas adicionales en las zonas afectadas, con restricciones de
movimiento, reducción de densidad animal y mayores exigencias de desinfección.
En España, el Gobierno dispuso el confinamiento de aves de
corral en más de mil municipios considerados de especial riesgo, prohibió
la crianza al aire libre en áreas vulnerables y aumentó los controles de
bioseguridad en granjas. Irlanda también activó órdenes de alojamiento
obligatorio para aves domésticas tras la detección de focos en establecimientos
productivos.
Las autoridades europeas advierten
que el escenario demanda una vigilancia reforzada, tanto en aves de
producción como en especies silvestres, ante el riesgo de que nuevas mutaciones
del virus aumenten su capacidad de adaptación. Especialistas subrayan
la necesidad de cerrar brechas en los sistemas de monitoreo y mejorar la
detección temprana de posibles variantes con mayor potencial zoonótico.
La Comisión Europea impulsa
una coordinación más estrecha entre Estados miembro para la gestión de la
crisis, con intercambio de alertas y planes de acción comunes. En
paralelo, varios países ya evalúan ampliar campañas de vacunación en
aves y extender medidas preventivas al personal que trabaja en
contacto directo con la producción avícola.
Mientras el hemisferio norte avanza hacia los meses más fríos,
la región se prepara para un periodo crítico. El objetivo central es
evitar la expansión del virus y proteger tanto la producción avícola
como la salud pública ante un escenario epidemiológico que continúa en
evolución.


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