El HIGADO es el mayor órgano glandular de nuestro organismo. Ayudémoslo a estar sano y limpio naturalmente. ¿que aconsejan los especialista?

¿Sientes tu vientre inflamado, sufres de dolor de cabeza o tienes ojeras oscuras? Todos estos síntomas pueden ser la consecuencia de un hígado intoxicado. Una receta natural puede ser tu aliada para contribuir a tratar el problema.

La función del hígado: Ya que es el mayor órgano glandular de nuestro organismo, él decide cuáles son las sustancias que se deben eliminar así como almacenar, transformar o reestructurar. Es importante porque tiene la función de limpiar hasta el último rincón, de nuestro cuerpo, que esté “sucio”. Para ayudarlo en esta tarea, puedes preparar un licuado que te beneficiará si lo bebes con el estómago vacío.

Manos a la obra: En licuadora coloca los siguientes ingredientes: 1 manzana verde sin cáscara, 1 tallo una de apio, 1 cucharada (tamaño postre) de jengibre fresco rallado; 1 cucharada sopera de aceite de oliva y el jugo de medio limón pequeño. Agrega agua y licúa. Si deseas un sabor dulce, puedes añadir miel o stevia en polvo.

Si padeces diabetes, ten en cuenta la segunda opción. Recuerda tomarlo en ayunas, varios días, hasta que te sientas mejor. Ahora, conoce las propiedades de cada uno de los ingredientes.

 

El poder benéfico de la manzana verde: Haciendo honor a su reputación (One apple a day keeps the doctor away - Una manzana al día aleja al médico), esta fruta es una de las más recomendadas en los regímenes contra la obesidad. Dentro de la cantidad de beneficios que aporta, se encuentra su propiedad de ayudar a la evacuación diaria de los intestinos. Además de actuar sobre el sistema nervioso central por su contenido en vitaminas del grupo B.

Si la intoxicación del hígado se traduce en tu rostro, con ojeras oscuras, te recomiendo hacer un puré de manzanas y, una vez frío, colocarlo sobre las mismas.

 

El valor terapéutico del apio: Este vegetal contiene colina e inositol, que forman parte de la vitamina B. Ambos ayudar a evitar que la grasa se deposite en el hígado. Posee, además, un aceite volátil denominado apiol que combate la acidez gástrica y ayuda a la diuresis. Utilizado en ensaladas, con aceite de oliva y limón, es un acompañamiento ideal en las dietas para reducir peso.
El apio es muy rico en sales minerales y hierro; contiene también, potasio, cloro, azufre, sodio, calcio, fósforo, magnesio, manganeso y cobre; todo esto le confiere un alto valor terapéutico.

 

El jengibre: Es un rizoma, originario de la India y Malasia, que se utiliza como condimento tanto para preparaciones dulces como saladas. Su sabor es picante y alimonado.

Se lo considera un desinfectante y antibacteriano natural del aparato digestivo. Si no consigues la raíz para rallarla, cómpralo en polvo e intégralo al licuado en menor cantidad (1/2 cucharada de postre)

 

Limón, oro natural: El limón es considerado una de las frutas más maravillosas que existen por su valor terapéutico. Es un desinfectante y digestivo natural, se recomienda en casos de flatulencias, indigestiones y trastornos de hígado y vesícula.

El valor terapéutico del apio: Este vegetal contiene colina e inositol, que forman parte de la vitamina B. Ambos ayudar a evitar que la grasa se deposite en el hígado. Posee, además, un aceite volátil denominado apiol que combate la acidez gástrica y ayuda a la diuresis. Utilizado en ensaladas, con aceite de oliva y limón, es un acompañamiento ideal en las dietas para reducir peso.
El apio es muy rico en sales minerales y hierro; contiene también, potasio, cloro, azufre, sodio, calcio, fósforo, magnesio, manganeso y cobre; todo esto le confiere un alto valor terapéutico.

El jengibre: Es un rizoma, originario de la India y Malasia, que se utiliza como condimento tanto para preparaciones dulces como saladas. Su sabor es picante y alimonado.
Se lo considera un desinfectante y antibacteriano natural del aparato digestivo. Si no consigues la raíz para rallarla, cómpralo en polvo e intégralo al licuado en menor cantidad (1/2 cucharada de postre).

Limón: oro natural: El limón es considerado una de las frutas más maravillosas que existen por su valor terapéutico. Es un desinfectante y digestivo natural, se recomienda en casos de flatulencias, indigestiones y trastornos de hígado y vesícula.

 

Ventajas de la miel: Posee un poderoso desinfectante que, como todos los ácidos, tiene capacidad de arrastre y limpieza, se diferencia del azúcar por su alto contenido en fructosa y muy poca sacarosa. Esto implica un menor esfuerzo, de parte del organismo, para asimilarla.

Si bien es un alimento valioso, los organismos frágiles o muy intoxicados pierden la capacidad de metabolizarla. En ese caso, se aconseja reemplazarla por el único edulcorante natural que es la “hierba dulce” o stevia.

 

Una grasa beneficiosa: El aceite de oliva, de primer prensado en frío, es un alimento con propiedades antiinflamatorias. Los ácidos grasos que contiene, aportan una importante defensa contra los efectos oxidantes que llevan al envejecimiento.
Al contribuir en la actividad de la vesícula biliar, resulta de gran ayuda a la hora de desintoxicar el organismo. Su consumo diario, como condimento para ensaladas y verduras cocidas, puede ayudar a disminuir el riesgo de formación de cálculos biliares.

El hígado y las emociones: El doctor Hamer ha demostrado que el hígado pertenece a la hoja embrionaria endodérmica y está relacionado con la supervivencia. Los conflictos que afectan esta capa tienen que ver con lo que se denomina “conflictos de bocado”, es decir, la percepción que tiene la persona en relación a lo que necesita para vivir y le falta: alimento, dinero, amor, entre otros. Por lo tanto, no solo podrás ayudar a tu hígado a desintoxicarse con las recomendaciones naturales dadas anteriormente, sino también observando qué sientes que te está faltando para poder seguir; y trabajar en ello.

Recuerda que antes de recurrir a cualquier remedio natural, o de hacer cambios en tu dieta, debes consultar a un especialista de la salud.