Un grupo de científicos británicos de la Universidad
de Queen Mary ha determinado que el desgaste en el cartílago, hasta el
momento impenetrable por las terapias, podría ser tratado
con “microvesículas” las cuales tendrían la capacidad de viajar hasta las células
del cartílago y suministrar los agentes terapéuticos.
Dichas microvesículas son estructuras
subcelulares de medida nimio (con diámetro entre 0,05 y 1 micrómetro) compuestas por
fluido al interior de una membrana. Algunas de estas
estructuras de los leucocitos de la sangre son propensas a acumularse en
cantidades considerables en las articulaciones de los pacientes que sufren
artritis traumática, reumatoide u osteoartritis.
Hasta el momento, todo un dilema médico se había
infundado ante la complejidad de estas microvesículas que poseen más de
300 clases de proteínas y variantes. Los científicos han descubierto que estas
estructuras de los glóbulos blancos tienen la capacidad de llegar hasta el
cartílago y proporcionar su “carga”, favoreciendo así la
protección del cartílago artrítico.
Los investigadores
creen que esta terapia, que ya fue probada con éxito en ratones y células de
cartílago humano, se podría incluso mejorar si se introduce otra
clase de agentes terapéuticos como los ácidos grasos omega 3 con
el fin de reforzar mucho más el tratamiento para combatir la artritis.
“la utilización del
propio sistema de transporte del organismo para conducir nuevos y actuales
agentes terapéuticos directamente al cartílago, deja abierta la posibilidad de
que podamos disminuir el daño articular de forma más eficiente que nunca“,
explica el coautor de la investigación, Stephen Simpson.
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