SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 9 de agosto de 2025

OMM SETY, la egiptóloga que conoció a SETY I. ¿Encarnación?

 

Dorothy Louis Eady dedicó su vida al estudio del templo de Seti y afirmó hasta el final de sus días que era la reencarnación de una antigua sacerdotisa egipcia. Dorothy Louis Eady (1904-1981), más conocida como Omm Seti, ha sido una de las figuras más controvertidas que ha dado la moderna egiptología. Esta británica pasó la mayor parte de su vida cuidando del templo de Seti I en Abydos y diciendo que era la reencarnación de una sacerdotisa llamada Bentreshyt, que fue amante de Seti, el padre del gran Ramsés II.



Esta extraordinaria historia empezó cuando, a los tres años, Dorothy tuvo un grave accidente en su casa de Londres. La pequeña se precipitó por las escaleras y el médico que acudió a auxiliarla sólo pudo certificar su muerte. Pero una hora después, la niña había recobrado la vida y estaba como si nada jugando sobre la cama. Años más tarde ella misma afirmaría que "alguien" regresó del pasado más remoto para revivirla.

¡QUIERO VOLVER A CASA!



Un año después de su accidente, en 1908, la niña empezó a tener extraños sueños en los que veía un gran edificio rodeado de columnas y de exuberantes jardines repletos de árboles frutales. Cuando se despertaba, les decía a sus padres con desesperación: "¡Quiero volver a casa!". Sus padres no entendían nada de lo que le ocurría a su hija y no hacían más que formularle preguntas que Dorothy no sabía responder.

Pero pronto salió a la luz qué era lo que atormentaba a la pequeña Dorothy. Durante una visita al Museo Británico acompañada de sus padres, cuando la familia entró en la sala de antigüedades egipcias, la niña corrió a besar los pies de las estatuas ante el asombro de todos, mientras exclamaba que aquella era su gente y que quería regresar a su casa en Egipto.



Pero ¿de dónde venía todo eso? La propia Dorothy estaba impactada por lo que le ocurría, hasta que un día, en un periódico local,vio una fotografía del templo de Osiris en la ciudad de Abydos, en Egipto. Lo reconoció de inmediato, puesto que era el lugar que, según ella, aparecía recurrentemente en sus sueños.

LA VISITA DE SETI I

A los 14 años, Dorothy tuvo una auténtica revelación que "disipó" todas sus dudas. Una noche se le apareció una figura vestida con túnica blanca y capa azul: era el faraón Seti I, el mismo monarca que ordenó la construcción del templo de Abydos.A partir de entonces, la joven, con tan sólo diez años,empezó a estudiar egiptología con el mismo Ernest Wallis Budge, conservador del Museo Británico, y aprendió a leer jeroglíficos.

EXPERTA EN JEROGLÍFICOS

Dorthy se trasladó con su hijo al pueblo de Nazlet El Simanm, cerca de las pirámides de Giza, y consiguió un trabajo en el Departamento de Antigüedades Egipcias como redactora de documentos, siendo la primera mujer que lo logró.Fue contratada por el Dr. Selim Hassan, descubridor de la tumba de la reina Khentkaus I. Dorothy se encargó de corregir, indexar e ilustrar tres de los diez volúmenes sobre el descubrimiento. Organizó la biblioteca del egiptólogo y continuó perfeccionando sus estudios sobre jeroglíficos. Tradujo al inglés la enciclopedia Aegyptische Worterbuch, e incluso bordó, junto con la esposa del doctor, diez grandes tapetes que recreaban escenas del antiguo Egipto. Nueve de ellos se conservan hoy en día en la biblioteca Wilbour del Museo de Brooklin, en Nueva York.



RESPETADA POR TODOS

Durante los años siguientes, Omm Seti siguió trabajando para el Servicio de Antigüedades, guiando a los turistas en el templo de Seti y realizando bordados. De hecho, las autoridades egiptólgicas de la época nunca la consideraron una loca, al contrario, llegaron a decir de ella que era "indispensable para cualquier misión arqueológica o trabajo serio en el área de Abydos".

En Abydos, Omm Seti continuó recibiendo visitas nocturnas de Seti I, según ella misma. En una de ellas,el 29 de julio de 1972, el faraón le dijo a propósito de la Atlántida que "cierto día un navegante procedente de la isla de Creta me relató una historia similar. Según este hombre, el mar Mediterráneo fue hace mucho tiempo una gran extensión de tierra que cierto día se hundió. De este continente perdido solamente habían podido salvarse las cimas de las montañas que hoy forman las islas griegas del Egeo". Dos años más tarde, el 29 de agosto de 1974, en otro encuentro con el faraón, éste habló a Omm Seti de la vida en otros planetas. De hecho, le relató algunos de sus viajes por esos mundos sin especificar cómo llegó hasta allí. Según el rey, muchos de ellos estaban habitados por seres humanos. El faraón llegó a hacer una curiosa descripción de una ciudad con calles anchas y "cosas metálicas con ventanas y asientos en el interior, pero que no tenían ni alas ni ruedas".

Omm Seti murió en Abydos el 21 de abril de 1981. Ella misma había organizado su funeral. Dispuso que su tumba mirara hacia Occidente, donde se ubica el reino de Osiris, para contemplar cada mañana la salida de Re, el dios Sol,montado en su barca sagrada y dispuesto a realizar su travesía diaria por los cielos de Egipto.

 

 

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