Septiembre de 2025: Las calles de Indonesia atraviesan una de sus peores crisis sociales
recientes. Las protestas contra los beneficios económicos aprobados para los
legisladores, que incluían un subsidio de vivienda equivalente a casi diez
veces el salario mínimo en Yakarta, han derivado en una ola de violencia con al
menos seis muertos, 20 desaparecidos y dos parlamentos incendiados.
La
Comisión para los Desaparecidos y las Víctimas de la Violencia (KontraS)
informó que recibió 23 denuncias relacionadas con desapariciones forzadas, de
las cuales tres ya fueron verificadas. Los casos restantes permanecen sin
resolverse.
Los disturbios se han registrado en Yakarta, Bandung, Depok y
otra ciudad aún no identificada, en medio de acusaciones de un uso
desproporcionado de la fuerza por parte de la policía.
La noche
del viernes 29 de agosto, en la ciudad de Makassar, capital de Sulawesi del
Sur, una turba incendió el parlamento local. Las autoridades confirmaron que
tres personas murieron y cinco resultaron heridas. Los cuerpos fueron
recuperados la mañana siguiente, mientras que varios heridos fueron
hospitalizados con quemaduras y fracturas tras lanzarse desde el inmueble en
llamas.
Ese mismo día, en Bandung (Java Occidental), otro parlamento
regional fue incendiado por manifestantes, aunque no se registraron víctimas.
En Surabaya, la segunda ciudad más grande del país, una multitud tomó una sede
policial, quemó vehículos y destruyó cercas, enfrentándose a las fuerzas de
seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Las
movilizaciones se intensificaron tras la difusión de un video que mostraba cómo
un mototaxista identificado como Kurniawan fue atropellado por una camioneta
policial durante una protesta. La indignación pública forzó al presidente
Prabowo Subianto a retroceder en los privilegios legislativos, aunque el
descontento se mantiene.
Actualmente, miles de manifestantes permanecen en las calles de
varias ciudades, mientras el ejército patrulla Yakarta para reforzar la
seguridad. La ONU instó a Indonesia a investigar los abusos policiales y a
garantizar los derechos humanos en el marco de las protestas.
Ante la creciente tensión, el presidente Subianto canceló un
viaje oficial a China, previsto para la próxima semana, para priorizar la
crisis interna. El secretario de Estado, Prasetyo Hadi, indicó que ya se
ofrecieron disculpas al gobierno chino por la ausencia en los actos del 3 de
septiembre en Beijing.
Fuente: France 24/2025-
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