SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 19 de diciembre de 2014

LA LEALTAD: Le prometimos a un entrañable amigo vivenciar este valor. Hoy en desuso.

La LEALTAD: Querido amigo Fabio en tu honor quiero refrescar la memoria de los ventajeros que manosean este fundamental valor humano. La lealtad es hacer aquello con lo que uno se ha comprometido aun en circunstancias cambiantes. Un valor sin el cual nos quedamos solos y que debemos vivir nosotros antes que nadie.
 
La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia. Ella nos conduce profundamente hacia una situación, a través de ésta, y hacia la salida del otro lado, emergiendo como una persona más evolucionada.
La lealtad es un corresponder, una obligación moral que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Sin embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.
La lealtad es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos. La lealtad es un valor que no es fácil de encontrar. (Es el porque de esta nota y el predicamento de nuestro querido amigo y el de todos los que creemos en este valor) Es, por supuesto, más común aquella persona que al saber que puede obtener algo de nosotros se nos acerque y cuando dejamos de serle útil nos abandona sin más. Es frecuente saber que alguien frecuenta un grupo contrario porque le da más beneficios. Y lo que acaba ocurriendo es que nadie confía en ese tipo de personas. (Mientras tanto va sembrando desidia y en ocasiones enfrentado amigos y compañeros)
La lealtad es esencial en la amistad. Los conocidos se hacen amigos a través de la lealtad mutua. La lealtad es esencial en la amistad que se ha desarrollado en el compromiso de corazones entre dos personas, o un grupo de personas. En una relación de corazón a corazón la lealtad desarrolla la confianza mutua.
 
Es nuestro deber el ser leal a aquellos que dependen de nosotros: familia, amigos, nuestros empleados, nuestro empleador o personas que ocasionalmente nos necesitaron y hoy pasado su mal trago no niegan hasta el saludo. La lealtad es amor bondadoso en acción. La lealtad es potenciada por la energía que viene hacia nuestro cuerpo al cuidar nuestras actitudes y pensamientos. La lealtad desarrolla nuestra alma en conciencia, transformándonos en la creación más hermosa posible de un ser humano.
Querido amigo Fabio, que estos ejemplos de este fundamental valor humano anide en los hipócritas y ventajeros que cuando se dieron cuenta de su error, ya no hay vuelta atrás.

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