SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 4 de noviembre de 2015

Camino al BALOTAJE: Son cuatro semanas a todo o nada, donde cada gesto, cada movimiento, cada declaración suma. O resta. ¡SE ACUSAN CON FEROCIDAD!

A medida que se acerca la sucesión de Cristina, la incógnita gira en torno a qué sucederá con el voto massista: ¿ganará entre quienes eligieron al candidato del Frente Renovador en la primera vuelta el rechazo al kirchnerismo y la cercanía con una idea de cambio, o Mauricio Macri no logra seducir a los massistas en el balotaje?

Lo peor, para Scioli, ya pasó: la primera semana luego de la ajustada victoria sobre Mauricio Macri terminó con un discurso de la Presidenta en el cual, sin nombrarlo, Cristina encolumnó a los kirchneristas detrás del así llamado “modelo” y llamó a los sciolistas a seguir los pasos del gobernador bonaerense. Lo mejor, para Macri, parece por el contrario estar ocurriendo: el saliente jefe de gobierno porteño aprovechó esta semana para dar distintos tipos de guiños hacia el votante aún indeciso, sostenido en la idea que su propio frente electoral enuncia: “Cambiemos”. Sin embargo, a través de algunos de sus alfiles, dejó entrever lo que el kirchnerismo está reclamando.
Daniel Scioli: entre Cristina y la llamada “campaña sucia”: Scioli cimentó su retórica en un discurso cómodo para el kirchnerismo: su estrategia se está centrando en señalar las potenciales consecuencias negativas de un triunfo macrista. Desde los medios opositores al Gobierno, calificaron a esta estrategia como “campaña sucia”.

Lo cierto es que las declaraciones de Scioli se movieron en torno al neoliberalismo y el menemismo: acercar a Macri a la década del 90, desde antes de las elecciones del 25, fue la estrategia discursiva predilecta. Esta semana se intensificó, engrosando la lista de acontecimientos que podrían suceder si Macri ganara: Tecnópolis cerraría, Julio de Vido y Mariano Recalde resaltaron que podrían haber despidos en el sector público y en Aerolíneas Argentinas. Aniel Di Gregorio, vicerrector de la Universidad de San Martín, sugirió que se terminarían las becas para los estudiantes, y los gremios cercanos al gobierno advirtieron sobre posibles recortes que podrían afectar al sector trabajador. Hasta Zamba, personaje de Paka Paka, advirtió sobre el posible cierre de Tecnópolis: Uno de los puntos más marcados de la estrategia kirchnerista fue el señalamiento de que María Eugenia Vidal, gobernadora electa de la Provincia de Buenos Aires, cerraría el programa “Envión”. Desde PRO lo desmintieron, en una danza de acusaciones cruzadas.
En cuanto a las propuestas del candidato, resonó una de las pocas cuestiones concretas que mencionó en la campaña: la intención de subir el piso del impuesto a la Ganancia y el 82 por ciento móvil para los jubilados. Scioli habló ante sindicalistas para reforzar estas propuestas sobre dichos reclamos.

La estrategia quedó englobada, así, en las declaraciones de Cristina Kirchner el pasado viernes: cerrar filas al interior del kirchnerismo, “olvidar” quién es el candidato para abrazar la continuidad del kirchnerismo. Una buena estrategia para terminar de convencer a los kirchneristas no sciolistas y de traer a los sciolistas no kirchneristas a las urnas el próximo 22 de noviembre, o un arma de doble filo que podría intensificar las diferencias al interior del partido.
Macri: más acuerdos y un plan económico que asoma: La estrategia de Macri: ampliar el campo de acuerdos. Luego de su giro discursivo, en plena campaña -había dicho de mantener YPF y Aerolíneas cuando ganó Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad-, ahora Macri sigue dando señales de acercamiento a actores que no han tenido mucho que ver con su gestión de gobierno en la Ciudad. Esta vez fue el turno de Félix Díaz, líder qom, en el acampe de la 9 de julio. Un gesto extraño a su estilo, siempre crítico de las manifestaciones en las calles.
En cuanto a su relación con el kirchnerismo, Cambiemos viene denunciando ataques por parte del kirchnerismo. Le atribuyen a Daniel Scioli haber contratado a Joao Santana, un brasilero especialista en campañas sucias. La principal acusación hacia el oficialismo es “querer instaurar el miedo en la población”, como afirmó Elisa Carrió junto a otros referentes de Cambiemos. Macri dio, en lo económico, algunas señales para seducir al electorado aún indeciso: habló de levantar el cepo, una medida que apunta a terminar con las restricciones a las transacciones en moneda extranjera que desde hace años rigen en el país, y que están en el epicentro de los reclamos de la clase media y alta.

Pero la nota más distintiva no la dio Macri, sino una figura fuerte de su equipo de economía: Carlos Melconian, quien aseguró "ya no se pueden subir más sueldos y jubilaciones porque este gobierno se fumó las reservas, las vacas y el trigo”, según sus propias palabras. Y reforzó la idea de levantar las restricciones cambiarias. Una perspectiva que enfatiza la idea del kirchnerismo en torno a los planes de Cambiemos de no focalizar en los sectores más bajos. Macri se erigió, así, como el lider de un partido que tiene como principal estrategia no atacar, sino resistir con un discurso que se muestra como estoico, al cual, las balas kirchneristas no parecen pegarle.

Entre el fuego cruzado y el color: a una semana y media de la definición: Los próximos días cobrarán relevancia a medida que se acerque el balotaje del 22 de noviembre. Las redes sociales aportaron el color, con una campaña en favor de Macri denominada “Bu” y en tono humorístico, con las potenciales “catástrofes” para el país que una victoria de cambiemos significaría.

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