Maldecidos
por el paco y el alcohol
Invisibles marionetas
de paco, Belcebú y alcohol,
no importa su raza o color
la inocencia es su blasón.
Son un andrajoso ejército
sin pertrechos ni patria,
los niega la sociedad, ya que al nacer
perdieron la primera batalla.
Son transparentes en las sombras
sin cultura ni labor,
el futuro los aplasta
son gitanos con nación.
Son la emblemática cofradía
de los sin clase, ni protección,
dejan a su paso una estela
de crueldad, muerte y dolor.
Caldo de cultivo hirviente
cumplen un rito satánico,
son verdugos esclavizados
por narcos, fumata y alcohol.
Armados con báculos de fuego
cazan a sus hermanos al azar,
momento sobrenatural
que los hace visibles para la sociedad.
Son niños y adolescente
sin paz, amor ni familia,
no existen besos de despedida
solo frialdad y desidia.
Mueren violentamente
y en total soledad,
por un candente plomo
o coma cerebral.
Obsequio de los narcos
y el paco infernal,
tal vez buscaban el arcoiris
que el cielo jamás les pudo mostrar.
Los aguarda la prisión
el martirio y la exclusión
se los ve flotar en un futuro abismal,
juzgamos, señalamos y condenamos
son los hijos del deterioro social.
que no queremos mirar,
quien debatirá en lo profundo
la verdad que los salvara.
Quien reconstruirá sus cunas
quien apostara a la equidad,
como será el futuros de los infantes
ignorados por la cruda sociedad.
Quien robo su alimento,
quien pisoteo sus plumas,
quien los baña de ignorancia
para que jamás puedan volar.
Desalmados y con poder los narcos
adoctrinan una hueste de adictos,
son niños y adolescentes drogados,
ebrios, embrutecidos y armados.
Quien se compadece de la niña madre
que amamanta en las calles sin sol,
criando con desperdicios nauseabundos
hijos para paco, Belcebú y alcohol.
Quien protege y asiste los niños
nacidos en fétidos ranchos y orinales,
quien evita la extinción de las aves
ignorando los humanos basurales.
La semilla de la humanidad
debe ser protegida desde el vientre,
para que al nacer aprendan a amar
le canten a la vida, no a la muerte.
Eduquemos su ser desde la simiente
para que vivan estando vivos,
que aprendan a proteger mariposas
flamencos y cocodrilos.
Estado y familia alimentemos la magia
y develemos el misterio,
-liberemos la blanca paloma del mago-
hagámonos cargo del olvido y el exterminio
de nuestra especie, ¡los humanos!
Miguel Angel Figueiras G. (2005)
Poeta y escritor de Merlo, Buenos Aires
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