En la ciudad de Bièn Hòa —provincia
de Đong Nai, Vietnam— funciona un edificio ecológico elaborado por los
arquitectos Vo Trong Nghia, donde los niños asisten al jardín y,
además, aprenden la importancia de la agricultura, recuperando la conexión
con la naturaleza.
Diseñado para los 500 hijos de los trabajadores
de la fábrica aledaña, el jardín cuenta con un techo verde en forma de anillo
triple, que rodea a tres patios interiores.
Cuenta con dos ventanas laterales
operables que maximizan la ventilación cruzada y favorecen la iluminación
natural. A su vez, tiene mecanismos de ahorro energético como el
aislamiento que provee el techo verde, el calentamiento solar del agua y el
riego con aguas residuales recicladas. Todo esto explica que el edificio ahorre
25% de la energía y 40% del agua dulce, en comparación con el
rendimiento de un edificio referencia —según un registro de post-ocupación
emitido un año después de construido—.
Pero, más allá de todas
las estrategias ambientales que se han aplicado a la arquitectura de la
edificación, el principal beneficio de este innovador jardín de infantes es el
contacto que tienen los niños con el entorno. Se ofrece una amplia
zona de juegos al aire libre y la experiencia que proveen diversas actividades
en la huerta de la planta superior, principal suministro alimentario de la
institución.
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