SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 10 de febrero de 2017

Un día como hoy de 1952 nos dejaba Macedonio Fernández, escritor y filósofo argentino, autor de novelas, cuentos, poemas, artículos periodísticos, ensayos filosóficos y textos de naturaleza inclasificable.

Macedonio nació en Buenos Aires el uno de junio de 1874. Su padre era abogado y estanciero. Asistió al Colegio Nacional y más tarde estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde fue condiscípulo y amigo de Jorge Borges, padre de Jorge Luis. 

En 1892 publicó crónicas en El Progreso. En 1897 se doctoró en jurisprudencia. Ese año participó con varios amigos en un proyecto para la fundación de una colonia socialista en la selva de Paraguay. 
Se casó en 1901 con Elena de Obieta, con quien tuvo cuatro hijos: Macedonio, Adolfo, Jorge y Elena. 
En 1905 inició su correspondencia con el filósofo y psicólogo estadounidense William James, hermano del escritor Henry James. La relación epistolar se mantuvo hasta la muerte de James en 1911.


Durante veinticinco años Macedonio ejerció la abogacía sin demasiado entusiasmo. En 1910 fue nombrado fiscal en el Juzgado Letrado de Posadas (Misiones), donde también fue director de la biblioteca y conoció al escritor Horacio Quiroga. Durante mucho tiempo se contará como anécdota que perdió el cargo porque nunca condenó a nadie.
Su esposa falleció en 1920 tras una operación quirúrgica, y los cuatro hijos quedaron al cuidado de abuelos y tías. Macedonio abandonó la profesión de abogado y se dedicó a vivir austeramente en pensiones del barrio Once y Tribunales. Sus únicas posesiones eran un sartén, un calentador Primus, una pava para el mate, una guitarra y una fotografía de William James. 

En 1927 se postuló como candidato a presidente de la nación. Es un pretexto para desplegar una campaña electoral surrealista, con la complicidad de sus amigos. Fue "vencido" por Hipólito Irigoyen.
En 1947 se fue a vivir con su hijo Adolfo de Obieta, frente al Jardín Botánico. 
"He logrado en toda mi obra escrita ocho o diez momentos en que, creo, dos o tres renglones conmueven la estabilidad, la unidad de alguien".
Jorge Luis Borges estuvo marcado por la escritura de Macedonio, tal como admitió públicamente en el homenaje tras su muerte: "Yo por aquellos años lo imité, hasta la transcripción, hasta el apasionado y devoto plagio." 
A Macedonio nunca le interesó publicar sus libros. Son amigos argentinos, mexicanos, peruanos y españoles, además de su hijo Adolfo, los que se encargan de hacerlo por él.
Murió el 10 de febrero de 1952, a los 78 años.
Borges lo definió con la mayor precisión: “Las mejores posibilidades de lo argentino -la lucidez, la modestia, la cortesía, la íntima pasión, la amistad genial- se realizaron en Macedonio Fernández, acaso con mayor plenitud que en otros contemporáneos famosos.”


BIBLIOGRAFÍA

No toda es vigilia la de los ojos abiertos. Buenos Aires, Manuel Gleizer, 1928.
Papeles de Recienvenido. Buenos Aires, Cuadernos del Plata, 1929.
Una novela que comienza. Prólogo de Luis Alberto Sánchez. Santiago de Chile, Ercilla, c. 1940, port. 1941.
Poemas. Prólogo de Natalicio González. México, Guarania, 1953.
Museo de la Novela de la Eterna. Advertencia de Adolfo de Obieta. Buenos Aires, CEAL, 1967.
Museo de la novela eterna / Macedonio Fernández; edición de Fernando Rodríguez Lafuente. Cátedra, 1995.
No toda es vigilia la de los ojos abiertos y otros escritos. Advertencia de Adolfo de Obieta. Buenos Aires, CEAL, 1967.
Cuadernos de todo y nada. Buenos Aires, Corregidor, 1972. 2a. ed. 1990.
Teorías. Ordenación y notas de Adolfo de Obieta. Buenos Aires, Corregidor, 1974 (Obras completas, vol. III).
Adriana Buenos Aires; última novela mala. Ordenación y notas de Adolfo de Obieta. Buenos Aires, Corregidor, 1975. (Obras completas, vol V).
Museo de la Novela de la Eterna; primera novela buena. Ordenación y notas de Adolfo de Obieta. Buenos Aires, Corregidor, 1975. (Obras completas, vol VI).
Epistolario. Ordenación y notas de Alicia Borinsky. Buenos Aires, Corregidor, 1976. (Obras completas, vol. II).

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