Según un nuevo estudio publicado en el Journal of Nutritional Sciences, cambios modestos en los horarios del desayuno y la cena pueden reducir la grasa corporal.
Los investigadores, dirigidos por Jonathan Johnston, de la Universidad de Surrey, se dedicaron a estudiar el impacto del cambio en los tiempos de comida en la ingesta dietética, composición corporal y marcadores de riesgo sanguíneo para la diabetes y la enfermedad cardíaca.
Horarios
En el estudio, los participantes se dividieron en dos grupos: los que se les exigió retrasar su desayuno 90 minutos y cenar 90 minutos antes, y los que comieron como lo harían normalmente (los controles).
Los participantes debían proporcionar muestras de sangre y completar los diarios dietéticos antes y durante la intervención de 10 semanas y completar un cuestionario de comentarios inmediatamente después del estudio.
Aquellos que cambiaron sus comidas perdieron en promedio más del doble de grasa corporal que los del grupo de control, quienes comieron sus comidas de manera normal. Aunque no hubo restricciones sobre lo que los participantes podían comer, los investigadores encontraron que aquellos que cambiaban sus comidas comían menos alimentos en general que el grupo de control.
Actualmente, no está claro si el período de ayuno más largo realizado por este grupo también fue un factor que contribuyó a esta reducción en la grasa corporal.
Aunque este estudio es pequeño, nos ha proporcionado una valiosa información sobre cómo las pequeñas alteraciones en nuestros tiempos de comida pueden tener beneficios para nuestro cuerpo.
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