Cómo se obtiene el número del CI
Muchas veces habremos visto u oído que el CI es el coeficiente
intelectual, pero en realidad ese no sería el término correcto,
aunque se da por válido, ya que la cifra obtenida para medir el CI deriva de la
operación aritmética que se obtiene dividiendo una cantidad (dividendo) por
otra (divisor), por lo que el resultado es el cociente.
El cociente intelectual se obtiene mediante la
división entre la edad mental de un individuo (que son los
resultados que nos ofrecen los test de inteligencia) y su edad
cronológica, multiplicada por cien.
El CI promedio de un grupo de
edad se ha establecido en 100 puntos, y se considera dentro de los parámetros
normales todas aquellas puntuaciones que se encuentran entre 90 y 110. Los test
se diseñan de forma que la distribución de los resultados sea una distribución
gaussiana, es decir, que siga la curva de la Campana de Gauss.
Origen de los test de inteligencia
En 1905, el psicólogo francés Alfred Binet publicó
el primer test de inteligencia moderna: la escala de inteligencia de
Binet-Simon. Su principal objetivo era identificar estudiantes que necesitaban
ayuda especial para cumplir con las exigencias escolares. Con la colaboración
de Theodore Simon, Alfred Binet publicó revisiones de su escala de inteligencia
entre 1908 y 1911, y apareció la última justo antes de su muerte.
En el año 1916 se publicó la primera adaptación de la
escala de Binet-Simon de la mano de Lewis M. Terman, de la Universidad de
Stanford. El test de Terman, al que se le denomina “Escala de Inteligencia de Stanford-Binet“,
formaba las bases de uno de los test de inteligencia modernos usados
habitualmente hoy en día. Se conocen coloquialmente como Test de CI.
Para los niños menores de 16 años, el test más
utilizado en la medición del CI es el Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC),
una escala que mide el cociente intelectual en niños de 6 a 16 años a partir de los
resultados que arrojan los quince bloques que componen este test, creado por
David Wechsler en 1949 y con sucesivas reediciones (la última, el WISC-IV, data
del 2003).
Es uno de los instrumentos más usados en
psicología escolar para detectar trastornos de aprendizaje que
puedan desembocar en fracaso escolar, pero ha sido muy criticado por reducir la
inteligencia a varios parámetros y no tener en cuenta la extrema variabilidad
que puede surgir en individuos de estas edades a la hora de someterse a pruebas
psicométricas. También existe el equivalente del test WAIS para adultos.
Las pruebas del test WAIS miden
· La
competencia lingüística: definiciones de palabras, sinónimos, comprensión lectora,
preguntas de cultura general o adivinar palabras a partir de pistas
· La
percepción:
seguir patrones de formas, emparejar dibujos, completar figuras
· La
memoria:
repetir secuencias de números y letras, cálculo mental
· La
capacidad de procesamiento mental: marcar las figuras que responden a una
- característica
determinada en un tiempo limitado, localizar dibujos entre otras figuras
Rangos
de las puntuaciones establecidas para medir el CI
140 o más: genios o casi genios
120 – 139: inteligencia superdotada
110 -119: inteligencia brillante
90 -109: inteligencia normal
80 – 89: poco inteligente
70 – 79: zona fronteriza con el déficit cognitivo
60 – 69: déficit cognitivo leve
50 – 59: déficit cognitivo moderado
25 – 45: déficit cognitivo grave
0 – 24: déficit cognitivo profundo
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