Una de las causas más
habituales de la gastritis es la infección por una
bacteria llamada Helicobacter pylorique se trasmite de persona a persona.
En países desarrollados esta bacteria podría estar infectando al 50% de la
población, aunque solo el 15% de ellos desarrollan la enfermedad, lo que hace
ver que está
muy influenciada por factores genéticos o ambientales (la
comida, el hábito de fumar, etc.). De todos modos, ésta no es la única causa de
gastritis sino que hay otras como:
·
Tomar de manera continuada determinados medicamentos como los
antiinfamatorios no esteroideos (AINEs) como la aspirina o el ibuprofeno.
·
Consumir demasiado alcohol.
·
Trastornos autoinmunes como la anemia perniciosa.
·
El estrés o la ansiedad elevada, ya que aumenta los ácidos gástricos
y provoca lo que se denomina gastritis nerviosa.
·
El abuso de comidas copiosas, muy pesadas o picantes.
·
Las infecciones alimentarias.
·
El tabaco.
·
Otras infecciones virales (citomegalovirus o herpes simple).
Se debe tener en cuenta que en
muchos casos las causas o las situaciones que provocan la gastritis se dan de
manera conjunta y se potencian unas a otras. Por eso, si hemos padecido
anteriormente gastritis o la sufrimos actualmente hemos de evitar al máximo
estos factores para prevenir una posible recaída o evitar que se mantenga esta
situación lo que puede llevar a crear hemorragias o un aumento de la posibilidad
de padecer cáncer gástrico.
Recomendaciones generales para la gastritis
Si eres
una de las personas que padece gastritis, debes conocer ciertas pautas a seguir
en tu vida diaria y ciertas recomendaciones alimentarias encaminadas a
facilitar las digestiones y a evitar los alimentos irritantes o excitantes que
favorecerán que tengas malas digestiones y molestias. Nuestras recomendaciones
para ayudarte a sentirte mejor son:
·
Intenta comer de manera fraccionada unas 4-5 veces al día.
·
No hagas comidas copiosas ya que esto hará que tengas digestiones
lentas y pesadas haciendo que tu estómago deba trabajar más.
·
Tómate tu tiempo para comer. Come lento y mastica bien todos los
alimentos.
·
No te vayas a dormir justo después de cenar. Intenta cenar 2-3 horas
antes de acostarte y, si tomas algo posteriormente, que no sean alimentos
sólidos.
·
Si fumas, deja de hacerlo. Si no te ves capaz busca asesoramiento,
tu situación mejorará considerablemente.
·
Si eres una persona nerviosa o sufres estrés, fomenta actitudes y
terapias relajantes (yoga, meditación, plantas relajantes).
·
Excluye de la dieta o disminuye el consumo de los alimentos y las
preparaciones ricas en grasa.
·
Escoge las preparaciones suaves (hervido, horno, papillote, etc)
ante el resto de preparaciones culinarias que aumentan el contenido de grasa.
¡Vigila con los alimentos tostados o a la plancha! ya que las partes quemadas
son irritantes y muy posiblemente te generarán malestar.
·
Evita los alimentos ricos en sal o en azúcar, los muy condimentados
o especiados y los alimentos preparados en escabeche.
·
No tomes las comidas a temperaturas extremas, muy frías o muy
calientes, ya que esto potenciará la irritación.
·
Evita las bebidas estimulantes de la secreción gástrica o que
empeoran la digestión como el café, el té, el alcohol, las bebidas de cola o
las bebidas con gas.
·
No olvides incluir en tu dieta el consumo de frutas y verduras que
te aportarán antioxidantes, vitaminas del grupo B y fibra.
·
Si además de gastritis sufres reflujo gastroesofágico o hernia de
hiato puedes consultar las recomendaciones siguiendo el enlace.
¿Qué alimentos hay que evitar y cuales debes incluir en la dieta
para la gastritis?
Ahora que
conocemos las recomendaciones generales vamos a traducirlas en los alimentos
que debemos evitar y en los que podemos incluir en nuestra dieta.
Lácteos:
·
Evita los lácteos ricos en grasa como la nata, los quesos curados o
la leche entera.
·
Opta por la leche desnatada o semidesnatada, el queso fresco o los
yogures desnatados. Si tu situación mejora puedes tomar moderadamente algún
postre lácteo como las natillas o el flan.
Verduras y
hortalizas:
·
Ciertas personas pueden presentar una mala tolerancia personal a las
verduras flatulentas (alcachofas, col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas,
pimiento, pepino, cebolla y ajos) o a los alimentos ácidos como el tomate. En
ocasiones también puede generar molestias si se consumen crudos, si es así,
cocínalos hervidos o en puré.
Frutas:
·
Evita las frutas poco maduras y los cítricos por su elevada acidez.
·
Es recomendable que el consumo de frutas lo hagas en forma de fruta
madura, al horno o en compota.
Cereales, tubérculos
y legumbres:
·
Evita la bollería y pastelería como galletas con chocolate,
croissants o bollos.
·
El arroz y la patata suelen ser bien aceptados. Las legumbres por su
parte se recomiendan en cocciones suaves y si sientan mal se deben pasar por el
pasapurés para quitarles las “pieles” que, por su alto contenido en fibra,
pueden crear molestias.
Pescados, carnes y
huevos:
·
Evita las carnes grasas como la ternera o el buey y los embutidos.
·
Puedes consumir carnes blancas como el pollo o el pavo, huevo y
embutidos tipo jamón dulce, pechuga de pavo y, según la tolerancia, el pescado
blanco y el jamón serrano
Bebidas:
·
Evita, como ya se ha dicho anteriormente, el té, las bebidas de
cola, las bebidas con gas o el café, que aunque sea descafeinado aumenta la
secreción gástrica.
·
Puedes sustituir estas bebidas por infusiones suaves (hinojo,
melisa, hierba luisa o romero) o, consumidos con moderación, zumos no cítricos.
Evidentemente, el líquido de consumo preferente será el agua y también podemos
tomar caldos suaves desgrasados.
Otros:
·
Evita las salsas grasas o a base de nata, los condimentos picantes,
los cubos concentrados saborizantes o el chocolate. Todos ellos estimulan la
secreción gástrica o dificultan la digestión.
·
Se recomienda, que para cocinar, se consuma aceite de oliva o de
semillas antes que mantequillas o margarinas.
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