El ACV es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera de discapacidad permanente. Según publica el Fleni (Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia) en Argentina se registran entre 40.000 y 80.000 casos por año.
La detección temprana de los síntomas de un ACV y la inmediata atención médica resultan fundamentales para reducir la posibilidad de muerte y discapacidad. Sucede que los tratamientos sólo funcionan si se aplican dentro de las primeras cuatro horas y media de presentados los síntomas.
Señales y síntomas de un ACV
1- Debilidad o adormecimiento de la cara, brazo o pierna, usualmente de un lado del cuerpo.
2- Dificultad para hablar, comprender o tragar.
3- Dificultad para ver con uno o ambos ojos.
4- Visión doble, pérdida del equilibrio o coordinación, vértigo.
5- Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad, sin causa aparente.
Breve test para reconocer un ACV
1. Pedirle a la persona que se sospecha podría estar afectada con un derrame que sonría. Si al hacerlo un lado de su rostro o boca está caído, es una señal de ataque.
2. Pedirle a la persona que cierre los ojos y alce los brazos por 30 segundos, si tiene un derrame, el brazo afectado y más débil tiende a caer lentamente, mientras que el brazo no afectado permanece elevado.
3. Hacer que la persona repita una frase, que diga su nombre completo o responda preguntas simples (como por ejemplo su dirección). Si se detecta que habla raro o arrastra la voz, es otro signo.
Cómo actuar
1. Si la persona padece uno o todos los síntomas, es preciso llevarla de inmediato a un centro asistencial o llamar a un servicio de emergencia, aclarando que se presume que el paciente sufrió un ACV.
2. Mientras se espera la llegada de la ambulancia, acueste al paciente con una o varias almohadas. La persona debe ser colocada de costado.
3. No darle al paciente NINGUN tipo de medicación, ni líquidos, ni alimentos.
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