SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 25 de octubre de 2025

HOY domingo de lluvia y lectura divertida. ASI SOMOS los ARGENTINOS y así nos ven. (Pueden agregar si me falto algo)

 

En esta bella tierra de la pasión, del fútbol, las carreras de autos, el tenis, llenar las exposiciones de Palermo del campo y la feria del libro,  y de la carne asada que despierta todos los sentidos, en cada hogar una guitarra y alguien que la hace soñar, encontramos a un personaje entrañable y mundialmente conocido: EL ARGENTINO.

 


En el país de los contrastes y las celebraciones interminables, ser argentino es algo más que una nacionalidad; es una forma de vida, una actitud que se lleva en el alma. ¿Cómo convertirse en un argentino? Siguiendo  este paso a paso que no falla y no olvidemos que si revisan los países seguros para viajar, ARGENTINA es uno de ellos, según la Global Peace Index/ 

 


La amabilidad y camaradería propia del argentino es de público conocimiento. Hacer sentir a alguien como en casa es parte de la cultura local y las amistades son la familia que se elige. Los vínculos que se tejen en Argentina son, probablemente, para siempre. Así se viven las amistades en la tierra celeste y blanca: todo es motivo de celebración familiar, cumpleaños, despedidas, casamientos, bautizos, festejos o juntadas regulares, y si no hay motivo celebramos igual la vida ; unirse entre risas y abrazos y gastronomía es un arte que se vive a flor de piel. 

 


La pizza es la referencia por excelencia. La masa crocante bañada en salsa de tomate se completa con cantidades nunca suficientes de mozzarella, incluso hasta rebalsar los bordes y tostarse, acompañan este plato rebanadas salame, jamón, morrones, huevos fritos o duros y mucho más.

 


Pero la premisa se lleva a cualquier preparación culinaria que maride bien con el queso. Medialunas rellenas con jamón, los famosos chipás hechos con harina de maíz y almidón de mandioca, los auténticos sándwiches de jamón y queso, las milanesas napolitanas (un clásico que consiste en empanar carne para freírla o hacerla al horno y coronarla con tomate y queso), las empanadas, las tartas. Las delicias locales siempre encuentran su camino hacia el lácteo más usado del país, sin olvidarnos de la bondiolas o matambres rellenos de verduras, roquefort, queso tipo Mar del Plata, etc.

 


El mate es el compañero constante en la vida de los argentinos. Es una infusión de yerba mate que se bebe en un cuenco en el que se vierte agua caliente y se sorbe con una bombilla. El mate es uno solo y las personas con las cuales se comparte beben del mismo recipiente, convirtiéndolo en un ritual único de disfrute e intercambio de anécdotas. Se disfruta en cualquier momento del día y es una muestra de amabilidad y amistad que siempre es bien aceptada. Amargo o endulzado, se lleva muy bien con bizcochos y facturas. 


 


Hablar como un verdadero argentino va más allá del idioma; implica adoptar un conjunto de expresiones y giros idiomáticos característicos. En el país del Fin del Mundo, el lenguaje cotidiano es una muestra vívida de su rica cultura y su estilo de vida único. Si alguien dice “che”, quiere llamar la atención de algún interlocutor para iniciar una conversación.

 

El “boludo” tiene doble intención: puede usarse como un insulto, pero en el 90% de los casos es tan solo un acompañamiento cariñoso para dirigirse a alguien con quien se tiene mucha confianza y afecto. “Chamuyar” puede significar flirtear con alguien o inventar argumentos poco válidos para justificar algo particular. Decir “copado” es señalar que algo es genial. La jerga local es infinita y está repleta de pequeños secretos repletos de sentido. 

 

Además - y directamente relacionado -, los argentinos son conocidos por sus gestos expresivos. Comunicarse con las manos es un hábito inconfundible y cada gesticulación puede ser tan elocuente como el uso de palabras.

No hay nada más argentino que un buen asado. Este tradicional método de cocinar carne a la parrilla, al asador u horno de barro, es una experiencia compartida que une a familiares y amigos en torno a la preparación y el disfrute de un delicioso banquete.

 

El proceso implica la selección de cortes de carne de calidad, que puede incluir asado, vacío, ojo de bife, matambre, cima, bondiola, pechito de cerdo, entraña y achuras, chorizos y morcillas, y mas. El fuego de leña o carbón encendido es el corazón de esta tradición, y se controla con maestría para cocinar la carne a la perfección. La persona encargada de la parrilla, conocida como el "asador," ocupa un lugar especial en el evento. Mientras la carne se cocina lentamente, los familiares y amigos  conversan, disfrutan de aperitivos y, por supuesto, brindan con vino o cerveza, y “UN APLAUSO para el ASADOR” no debe faltar. Es

un verdadero ritual. 

 

Una característica destacada. Los argentinos son conocidos por su habilidad para debatir apasionadamente sobre una amplia gama de temas, desde el fútbol hasta la política, la comida y la cultura. La pasión se manifiesta en conversaciones animadas y opiniones fuertes. No importa si se trata de discutir cuál es el mejor equipo de fútbol, qué plato es la verdadera representación de la gastronomía regional, o cuál es la solución para un problema social o interplanetario; los argentinos lo hacen con entusiasmo y convicción.

 

Las conversaciones a menudo incluyen gestos expresivos y un uso distintivo de las manos para enfatizar puntos clave. Estas discusiones pueden ser emocionales, pero rara vez se tornan hostiles. En lugar de confrontación, la pasión se usa como un medio para manifestar el compromiso y el interés genuino por los temas que importan.

 

 

Saludar con un beso o un abrazo: Una de las características más distintivas y entrañables de la cultura nacional es la costumbre de saludar con un beso y abrazo. No importa si es familia, amigo, o incluso si es un encuentro con alguien por primera vez: un beso en la mejilla es el gesto de bienvenida por excelencia. Esta tradición es una demostración de la calidez y cercanía humana que caracteriza a los argentinos. Los besos y abrazos son una manifestación de amistad y hospitalidad, y se dan con naturalidad y gracia.

 

La puntualidad no se les da muy bien a los argentinos, y cenar temprano, tampoco. Mientras que en otros países alrededor del mundo la hora para ingerir alimentos ronda las 7 de la tarde, en Argentina el promedio ronda las 22 h. Además, la energía nocturna de la vida en las ciudades y la cultura de los bares contribuyen a este hábito. Cenar tarde no solo permite aprovechar al máximo sus días, sino que también refleja su pasión por la vida social, con largas y animadas cenas que a menudo se extienden hasta altas horas de la madrugada. “Esto es ser ARGENTINO, se entendió”

 

 

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