La solidaridad se
practica en Merlo sin distinción de credo, sexo, raza, nacionalidad
o afiliación política. La finalidad sólo puede ser el ser humano necesitado, en
este caso específico el embellecimiento de instituciones escolares, espacios verdes,
centros de jubilados, etc.
Comprendemos que para
que haya solidaridad se requieren dos personas: una necesitada y otra
solidaria. Pero el solo dar, o ayudar, no es lo más difícil. La parte difícil
comienza cuando se nos presenta el dilema de ayudar sin recibir nada a cambio;
de ayudar aunque nadie se entere, ni aún la persona a la que ayudamos. Esto es:
ser solidarios por una verdadera convicción de igualdad y de justicia. Es
difícil ser caritativos, solidarios, entregados, y ser, al mismo tiempo,
totalmente desinteresados.
En el hoy, compartimos
un Merlo solidario en todas sus facetas, los percibimos claramente en las Jornadas
Solidarias como las del 22 de septiembre pasado, donde autoridades y pueblo codo
a codo restauran en esta caso la
Escuela N ° 5 Manuel Belgrano de Mariano Acosta. La organización
y la puesta de hombro estuvo a cargo de la Juventud de diversas edades de Merlo, las
materiales y herramientas, el trasporte, las facturas y el mate corrieron a
cuenta del municipio como de costumbre.
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