Nairobi, 3 may (EFE).- Frente a la Barbie pálida, rubia y occidental, la piel oscura
y los vestidos tribales de colores vivos de las muñecas "Queens of
África" están cambiando la percepción de las niñas nigerianas sobre su
color de piel y su cultura. Hasta la aparición hace siete años de las
"reinas de África", las niñas nigerianas sólo podían escoger en las
tiendas entre muñecas blancas y de cabellos claros.
Una de estas
niñas era la hija de Taofick Okoya, empresario nigeriano creador de las
"Queens of África", que comprendió la importancia del color de la
piel de las muñecas cuando la pequeña le dijo que de mayor quería ser blanca. "Es
algo del subconsciente. Si sólo juegan con muñecas blancas, esos rasgos se
convierten en lo aceptable en cuanto a la belleza y el color de piel",
señala a EFE Okoya, al explicar el desprecio que esto produce hacia su propia
raza.
Juguetes, series
de televisión y anuncios, continúa Okoya, son los mejores embajadores de una
suerte de "imperialismo cultural de Occidente" que afecta a muchos
africanos, especialmente a los más jóvenes. Con las muñecas "Queens of
Africa", Okoya trata de contrarrestar esa influencia y concienciar de la
necesidad de preservar la cultura y la herencia africanas.
Las piezas de
plástico que luego se convertirán en las extremidades, el torso y la cabeza de
las "reinas de África" se fabrican en China, para ser enviadas
después a Nigeria, donde se ensamblan y acicalan. El pelo es siempre oscuro,
rizado o trenzado, a la manera africana, y la ropa sigue los patrones
dominantes de las principales grupos étnicos de Nigeria: hausa, yoruba e igbo.
Aunque el
objetivo original era que las niñas de esas etnias se identificaran con las
muñecas, Okoya señala que esta fidelidad a las culturas locales "también
sirve para potenciar la hermandad entre las tribus" nigerianas y la
diversidad del país africano. Okoya considera que es difícil educar
directamente a las niñas en el valor de su herencia africana, y cree más
efectivo hacerlo con "mensajes subliminales" que reduzcan esa
"influencia occidental" en sus vidas.
Con las
"Queens of Africa", sostiene, las niñas "adquieren más
confianza, creen más en sí mismas". Estas muñecas negras de piel oscura
son una respuesta al canon dominante blanco, pero también a la estética de las
estrellas que en África o Estados Unidos se aclaran la piel para parecer más
blancas.
Cada mes se
venden en el mercado nigeriano entre 3.000 y 9.000 "reinas de
África", aunque su inventor admite que todavía tienen problemas en la
distribución del producto. Fuera de Nigeria, las muñecas africanas de Okoya se
venden a centenares en Estados Unidos (EEUU), Brasil, Sudáfrica y el continente
europeo.
"Mandé
doscientas muñecas a Estados Unidos a mi representante. Se vendieron en sólo
dos horas", cuenta. El Parlamento de Brasil aprobó en 2001 una propuesta
para que los fabricantes aumentaran la oferta de muñecas negras, pero el
mercado no respondió como se esperaba: las niñas negras preferían las muñecas
rubias y de ojos azules.
Brasil es el país
con la segunda mayor población negra del mundo, por detrás de Nigeria. Okoya
vivió una experiencia similar a la de los legisladores brasileños con su propia
sobrina, que rechazaba al principio a la muñeca africana. "El proceso fue
lento, al principio no teníamos aceptación por parte del mercado y de los
niños", reconoce el fabricante.
Esta es la niña que hizo reflexionar a sus padre cuando le dijo: "Cuando sea grande quiero ser blanca" |
"Estamos
trabajando para cambiar esto gradualmente", indica Okoya, que espera
aumentar las ventas de su producto en un mercado en expansión como el
nigeriano. Las "Queens of Africa" han tenido también un gran éxito en
internet, y varios portales de venta 'online' han agotado las existencias que
tenían asignadas.
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